La esperada intervención de José María Aznar ante la Junta Directiva Nacional del PP no ha defraudado. El Partido Popular ha podido ver de cerca al líder que les llevó al Gobierno en el 96, al mismo líder que consiguió hace una década unificar a la derecha española. José María Aznar ante la JDN del PP ha sacado sus mejores formas y maneras. Ha sido claro y contundente, ha estado explícito y convincente. En las filas populares se ha vuelto a respirar satisfacción y reconocimiento hacia su presidente, que por culpa propia o de su entorno, había bajado el tono político en los últimos meses.
Este lunes, séptimo aniversario de la primera victoria popular, Aznar ha vuelto por sus fueros. Hemos visto al mismo presidente que hace diez días vapuleó a Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados. Lo que demuestra que, cuando quiere, puede; o mejor dicho: cuando le dejan, vuelve a ser el de siempre.
De todas formas, de la larga intervención del presidente Aznar destaca una idea por encima de las demás. Después de cuarenta y cinco minutos de intervención, ante los mismos que tendrán que ratificar al sucesor el próximo otoño, Aznar les ha dejado una idea clara: "Si queréis poder, debereis seguir unidos. La unidad es el único camino para mantenernos en el Gobierno más allá de 2004". Es obvio que el presidente ha querido ir más allá de las actuales circunstancias y ha recurrido al sentimiento. Ante los suyos ha recordado lo que le ha costado al PP llegar donde está, y también muchas de las dificultades del pasado. En definitiva, les ha venido a decir: "las elecciones se pierden por falta de cohesión, las encuestas son recuperables".
Un mensaje del "Jefe" que ha sido captado al vuelo por los más afectados. Gallardón, Rato o Villalobos, por poner tres ejemplos, han cerrado filas en torno al presi, en el turno de intervenciones. Gallardón ha sido el primero en levantarse y pedir el apoyo de todos; Rato ha recordado que doce años después el PP confirma que no se equivocó cuando eligió a Aznar y Villalobos ha anunciado que su voto en el Congreso de los Diputados será un voto lleno de lealtad para Aznar. Todos ellos y algunos más saben lo que es la Oposición, conocen la dureza de no tener el poder y no parecen dispuestos a dejar abiertas fisuras que faciliten el camino a los socialistas. El PP quiere seguir en el Gobierno y, por lo tanto, cierra filas sin dar pie a la deserción.
El presidente Aznar ha pasado, pues, sobradamente la primera prueba de la semana. La JDN ha ofrecido una imagen de cohesión y unidad. El martes será el segundo examen, pero por el momento, mientras tengamos al Aznar "de siempre", no hay dudas que despejar. Los problemas pueden surgir si vuelven a las andadas. Mientras mantengan la unidad y la cohesión, el PP tiene mucho camino recorrido. Los próximos días nos revelarán si han aprendido la lección o, por el contrario, vuelven a los complejos. La lección está clarita. ¡Ya veremos si la memorizan al pie de la letra, puesto que ya no hay tiempo para trampas y copieteos! Por el momento Aznar ha refrescado la primera lección en política: la unidad.
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