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Ignacio Villa

¡Cómo han cambiado las cosas!

La visita a los Estados Unidos que esta semana ha realizado el presidente de Gobierno José María Aznar nos deja un balance mayoritariamente positivo, aunque también existen algunos matices, al menos para el análisis, que no se pueden dejar pasar. En todo caso, los resultados de este nuevo viaje oficial nos hacen exclamar: ¡Cómo han cambiado las cosas! Este último viaje del presidente Aznar a tierras americanas ha servido para constatar que la imagen, el prestigio y el reconocimiento de España han cambiado mucho y bien en estos últimos años. Desde el año 96 hasta ahora es cierto, se enfade quién se enfade, que la tarjeta de visita de España ha mejorado de forma radical.

Para empezar, el paso de Aznar por la "Cumbre sobre las raíces del terrorismo" en Nueva York ha servido para comprobar que la iniciativa emprendida el 11 de septiembre para internacionalizar el terrorismo de ETA ya tiene sus frutos contantes y sonantes. Aznar y el Gobierno español pueden hablar de ETA en cualquier foro internacional, ya no se percibe aquel rechazo de otros tiempos. Existe el reconocimiento general de que ETA es un problema de España pero no es un problema político, es una cuestión de terrorismo "puro y duro", y por lo tanto la ofensiva contra el terrorismo internacional, incluye también a los pistoleros etarras. España ya no está sola en esta lucha, pero especialmente España es comprendida y ayudada en las instituciones de medio mundo que no hace mucho daban la espalda o se escudaban en teorías trasnochadas y timoratas.

Este viaje oficial ha servido también para que el presidente Aznar afiance una apuesta clara y decidida por una alianza diplomática y estratégica con los Estados Unidos. España es un país al que ahora se le escucha y se le tiene en cuenta. Somos algo más que "sol y toros". España se esta convirtiendo en una voz autorizada, seria y creíble. Europa ya no es sólo Alemania, Francia y el Reino Unido. El presidente Aznar, desde luego, tendrá ya siempre en su gestión el haber sabido colocar a España con voz propia y personal en el plano internacional. Y, desde luego, los que vengan detrás tendrán la obligación de mantener esa misma cota de prestigio.

El presidente del Gobierno, por último, con este nuevo viaje a los "estados hispanos", deja abierto un camino marcado y claro para el futuro. La política exterior española debe de orientar muchos y variados esfuerzos para cimentar sus relaciones económicas y comerciales con estos estados americanos de origen hispano. Por cierto, en esta ocasión, los dos días en el estado de Florida han servido para refrescar y actualizar la política española respecto a Cuba y al régimen de Castro, algo que nunca viene mal.

Así pues, el balance de final y de contenidos del viaje de Aznar a tierras norteamericanas se puede considerar muy positivo. Lástima que los equipos no siempre acompañen. Aznar se va en marzo, hay que reconocer que está manteniendo hasta el final un fuerte ritmo e intensidad política, pero el problema es que en sus "equipos" comienza a haber un ambiente de liquidación y cierre. Y eso no es bueno. Se puede escuchar:"el Jefe se va y nosotros con él". Y eso es cierto, pero no hay que olvidar que la vida está compuesta de ciclos sucesivos, que hay que saber cerrar a tiempo y correctamente. El presidente Aznar ha acertado en su calendario personal, esperemos que los que están con él también sepan hacerlo.¡Por el bien de ellos y de los demás!


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