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Ignacio Villa

Con la medida tomada

El segundo enfrentamiento entre José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero se ha saldado con una victoria del presidente del Gobierno, en el fondo y en la forma. En esta ocasión, Rodríguez Zapatero llegaba con el primer examen medianamente aprobado. Se le suponía, pues, sin los nervios de la primera vez. Pero Zapatero no ha respondido a lo esperado. Ha tenido una intervención prefabricada, fría y distante. Demasiado diseño de escaparate. Ausencia de seguridad. No controla las claves. Evidencia las carencias. Busca el efecto demagógico y no lo encuentra. Y lo que es más grave, reconoce, de forma implícita, las contradicciones.

Aznar, sin excesos, ha esperado a su contrincante. El poder da seguridad y tranquilidad. No tiene nada que demostrar. Tiene y controla los resortes. Se sabe con el examen aprobado con nota.

Después de dos enfrentamientos parlamentarios, se puede afirmar que el presidente del Gobierno ha cogido la medida al líder de la oposición. Y no hay que olvidarse de que en esto de la vida parlamentaria hay mucho de psicológico. El que tenga la superioridad en esas batallas, aun en las tardes más espesas, tiene gran parte del camino recorrido. Tiene asegurada parte de la victoria. Zapatero quiere ir demasiado rápido. Aznar espera, no tiene prisa. Por el momento nada ha cambiado.