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Ignacio Villa

¿Coordinación? Cero patatero

Todo indica que volvemos a las andadas. Este Gobierno vuelve a enseñar públicamente uno de sus principales defectos, una deficiente política informativa. Es más, esta deficiente política informativa tiene una característica muy preocupante: carencia total de claridad, información contradictoria y mensajes fabricados pensando en mentes infantiles más que en ciudadanos maduros. ¿Quién coordina la información que tiene que ofrecer el Gobierno? ¿Quién se encarga de repartir las funciones de responsabilidad? ¿Quién distribuye los distintos papeles que tienen que interpretar los miembros del ejecutivo?

Tenemos tres ejemplos flagrantes y llamativos que nos enseñan la mala política informativa de este Gobierno y que, desde luego, son dignos de examen y análisis. El primero de ellos es el submarino Tireless, largamente comentado desde estas líneas en otras ocasiones. Un asunto, por cierto, que todavía no esta ni mucho menos cerrado. El segundo es la enfermedad de las “vacas locas”. Cada día se conocen casos nuevos, mientras el Ejecutivo parece estar de vacaciones. El tercero, “muy preocupante”, es el síndrome de los Balcanes. Desde el Gobierno se ofrecen versiones diferentes día a día, datos opuestos y soluciones muy discutibles.

Pero, lógicamente, nadie dice que el Gobierno tenga la culpa de lo ocurrido. Al fin y al cabo, son cuestiones imprevisibles en muchas ocasiones. Lo que sí se pide al Ejecutivo es que gobierne, que gestione, que busque y que ofrezca soluciones. La eficacia se mide por los hechos, pero también por una imagen de trabajo, de empuje y de ideas. Y, por supuesto, se pide un trabajo coordinado en el fondo y en la forma. Un trabajo que tenga un reflejo informativo bien diseñado.

Por el momento, en el Gobierno parecen estar de vacaciones, más pendientes de Baqueira que del despacho. Y, lo que es peor, cada uno haciendo la guerra por su cuenta. Poca coordinación, mala imagen.

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