El Gobierno Zapatero cumple quince días. Y el primer resumen, fácil y rápido, de su trabajo se realiza en dos palabras: descoordinación total. El Ejecutivo socialista es el fiel reflejo del cacao interno que tienen montado. Hay una pregunta que, por el momento, no tiene respuesta: ¿Quién se encarga de coordinar a los ministros del Gobierno? ¿Quién es el designado para poner orden entre tanto desaguisado?
Desde luego, llevamos poco tiempo, pero algunos ya se han encargado de llamar la atención. El ministro del Interior va de polémica en polémica. La ministra de Agricultura ha comenzado de la peor forma posible en Europa. El ministro de Exteriores deberá ahora recomponer una insostenible estrategia sobre Irak, una vez anunciado el envío de una fuerza de Naciones Unidas a aquel territorio. La ministra de Cultura no encuentra un sitio para esconderse, después de la "columpiada" del IVA. Las ministras de Fomento y de Vivienda, enzarzadas sobre el futuro de las Infraestructuras. Los ministros de Administraciones Públicas y de Industria "a la greña" sobre el futuro de la financiación autonómica.
En fin, sin olvidarnos de los incumplimientos sobre el Mando único antiterrorista, el nombramiento partidista del nuevo director del CNI, la poco explicada designación de un general del aire para la Dirección General de la Policía o la elección –¿independiente?– del nuevo Fiscal General del Estado o de la Directora General de la Guardia Civil.
Sí a todo esto se le une la "repentina" decisión de retirar las tropas españolas de Irak, encontramos un panorama desalentador como pocos. ¡Y llevamos sólo quince días! No hay día que pase, sin que no tengamos una polémica que echarse a la boca. Y a todo esto, el presidente del Gobierno todavía no ha ofrecido una rueda de prensa en territorio español, desde que llegó a la Moncloa. Es cierto que en el exterior sí que ha tenido algunas comparecencias, pero aclarando que no hablaría sobre cuestiones nacionales.
Sí a todo esto se le une la "repentina" decisión de retirar las tropas españolas de Irak, encontramos un panorama desalentador como pocos. ¡Y llevamos sólo quince días! No hay día que pase, sin que no tengamos una polémica que echarse a la boca. Y a todo esto, el presidente del Gobierno todavía no ha ofrecido una rueda de prensa en territorio español, desde que llegó a la Moncloa. Es cierto que en el exterior sí que ha tenido algunas comparecencias, pero aclarando que no hablaría sobre cuestiones nacionales.
Parece que Zapatero prefiere pasar de puntillas sobre los asuntos de actualidad que de verdad interesan a la gente. Por ahora, se dedica a ir de abrazo en abrazo, pero sin afrontar las cuestiones. El próximo jueves, está anunciada la primera comparecencia en Madrid, junto al primer ministro de Bélgica. Suponemos que entonces se dignará a responder esas "menudencias" de su Gobierno. Con un pequeño detalle. Los ministros de Zapatero están nombrados por el presidente del Gobierno, por lo que en sus resbalones también tiene una cuota de responsabilidad. Ya va siendo hora de que el jefe del Ejecutivo baje a la tierra, por la cuenta que nos trae a todos.