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Ignacio Villa

De profesión, asesor

La corte de asesores con que se está rodeando Rodríguez Zapatero sigue en aumento. La larga lista de notables, colaboradores, cazatalentos y buscadores de números dos es cada vez más larga; pero también es cada vez más inútil. Por cierto, ¿tienen sueldo o gratificación todos estos personajes que se están acercando a Rodríguez Zapatero en busca de un poder perdido por mucho tiempo? No lo sé, pero, desde luego, si cobran algo, aunque sea una simple ayudita simbólica, la tesorería del PSOE también se va a resquebrajar tras el 14 de marzo, como lo están haciendo ya sus cimientos políticos, estructurales e ideológicos.
 
Ahora resulta que el secretario general del PSOE ha propuesto la creación de una Comisión independiente para que estudie un "Estatuto de Neutralidad para los medios públicos". ¡Brillante idea! Otra iniciativa del líder socialista que –cómo no– va acompañada por otro puñado de expertos-asesores. Visto lo visto, el gran problema de Zapatero no son los asesores, porque, desde luego, consejos no le faltan. Aunque primero habrá que ver el acierto de esos consejos, habrá que fijarse, sobre todo, en la capacidad del propio dirigente socialista para sacarlos adelante.
 
Zapatero, en cuanto quiere algo, echa mano de los asesores. Su estrategia podría ser más o menos correcta, al menos en principio. Pero el problema surge después. El gran problema es que, a la hora de la verdad, el líder del PSOE carece de pulso político para llevar a cabo las conclusiones de los expertos, como se ha visto en la buena colección de reformas fiscales que ya ha presentado. No tiene pulso para los proyectos y no tiene temple para las dificultades. Cuando un líder político debe de demostrar su valía y su verdadera capacidad es cuando surgen problemas internos. Y en ese terreno, el secretario general del PSOE ha hecho siempre agua por todos lados y sin contemplaciones.
 
Por cierto, hablando de la reforma de los medios públicos –algo necesario desde todo punto de vista–, esperemos que el señor Zapatero no venga a darnos lecciones a nadie de cómo administrar esos medios públicos. El PSOE no ha dado nunca lecciones de ética en ese capítulo. No las dio en la etapa de Felipe González con una RTVE como una alfombra, al servicio del poder. Ni tampoco las da ahora, con manipulaciones permanentes en Andalucía, en Castilla-La Mancha o, sin ir más lejos, en Cataluña, donde hemos asistido a un espectáculo deplorable para el reparto del poder en los medios públicos catalanes tras las últimas elecciones.
 
Así pues, que el señor Zapatero deje de tener ideas visionarias, que deje de nombrar asesores a diestro y siniestro, y que deje de darnos lecciones de ética periodística. Es suficiente con que se dedique a la campaña electoral para amortiguar al máximo un mal resultado.
 
A este paso, el que no pueda poner en su tarjeta de visita: "Asesor de Rodríguez Zapatero", no va a ser nada en la vida. ¡Una pena!

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