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Ignacio Villa

El “cacao” nacionalista

La doble política, la doble cara, la esquizofrenia de los nacionalista vascos se pone una vez más de manifiesto. Pero lo que de nuevo queda claro es, sobre todo, el “cacao” ideológico y de actitudes que cada día que pasa nos enseña con menos pudor el PNV. Y es que, sinceramente, no se aclaran.

Al fin y al cabo es el juego del político que piensa que todo es suyo y que por él pasa el presente y el futuro. Es el juego del político que ha perdido hace muchos años el objetivo de trabajar por el bien de los ciudadanos, que antes de reconocer los errores –en muchos casos históricos– entra en una dinámica desenfrenada de justificación personal. Es el juego del político que, en definitiva, pierde toda visión objetiva de la realidad, e intenta embaucar a los demás por el mismo camino.

La situación del PNV es dramática. Esto se debe, por supuesto, a su cercanía a las mismas ideas del brazo político de ETA. Pero, sobre todo, es debido a la desorientación ideológica, estratégica y electoral de la que ahora mismo hace gala de forma permanente. Y esto no ha hecho más que empezar; lo que es peor, ahora que se acercan las elecciones del próximo 13 de mayo, tenemos que estar preparados para asistir a un nuevo espectáculo. Los beligerantes líderes del PNV se convertirán durante unas semanas en tranquilos corderitos inofensivos que buscarán cualquier posibilidad de acercamiento a los socialistas para salvar la cara.

Ante todo este panorama, es la hora de los que por miedo, por reparo o por falta de decisión han estado escondidos. Es el momento para que los cientos de miles de ciudadanos vascos que no están de acuerdo con la situación actual digan ¡no! al PNV de Arzallus y Eguibar. Después del 13 de mayo no habrá tiempo para reproches y lamentos. La valentía hay que demostrarla antes, aunque sea desde el anonimato.

El País Vasco no se merece este “cacao nacionalista”.

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