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Ignacio Villa

El camino de la unificación

El anuncio realizado en Seúl por José Maria Aznar es, sin duda, un capitulo importante para la diplomacia española. El inicio de las relaciones diplomáticas con Corea del Norte es una decisión tomada en un momento crucial para el futuro de las dos Coreas. Los aires de unificación van, poco a poco, llenando los rincones de esta península. El reencuentro de familias separadas durante décadas es algo más que un ejemplo sentimental. Significa el levantamiento paulatino de un férreo muro de separación entre dos formas distintas de entender la vida, la sociedad y la política. Unos nuevos aires, una nueva forma de abordar el futuro que se ha visto refrendada con el reciente premio Nobel de la paz para el presidente surcoreano, un premio que todos los coreanos lo sienten como propio.

Así pues, las circunstancias son nuevas, son distintas y, por lo tanto, hay motivos para la esperanza. Esta decisión en la política exterior española presenta un signo de novedad y personalidad. Y es que el presidente del Gobierno español ha tenido un claro enfrentamiento con el presidente francés, que está en desacuerdo con esta decisión. Una reclamación, la de Chirac, enfocada -en teoría- para unificar la política exterior europea. Aznar le ha recordado que España tiene su política exterior. Decisión importante, decisión interesante, muestra de dinamismo. Ejemplo claro de que José María Aznar es el presidente del Gobierno, pero también ejerce de ministro de Asuntos Exteriores.