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Ignacio Villa

El herbolario de Caldera

Caldera defendió la necesidad de mantener unido el Archivo de Salamanca, explicaba que el traslado de papeles a Cataluña no servía para cerrar las heridas del pasado y recordaba la doctrina internacional que aconseja que los archivos no sean repartidos

Jesús Caldera ha recomendado este miércoles que en la COPE tomemos valeriana para tranquilizarnos. Gracias por el consejo, pero no parece que los nervios estén en nuestra cadena de radio. Los nervios, cuando no el histerismo, están más bien en el gobierno de Zapatero y, en concreto, en algunos ministerios como el del Trabajo. La verdad es que Jesús Caldera tiene motivos para ello. Y es que el expolio de los papeles del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca ejecutado por la ministra Calvo –de noche, con los GEO y en carretilla– ha dejado al descubierto la ausencia de principios y la capacidad para decir una cosa y la contraria que tiene el señor Caldera, de quien no se puede olvidar que es diputado por Salamanca.

Se preguntarán ustedes los motivos de esta nueva salida de pata de banco de Caldera. Pues muy sencillo. El motivo es un trabajo de hemeroteca y fonoteca que ha llevado a la COPE a un pleno en el Congreso de los Diputados el 14 de junio de 1994. En ese debate parlamentario, acompañado por el Partido Popular, Caldera defendió la necesidad de mantener unido el Archivo de Salamanca, explicaba que el traslado de papeles a Cataluña no servía para cerrar las heridas del pasado y recordaba la doctrina internacional que aconseja que los archivos no sean repartidos de forma “provinciana”. Caldera concluía diciendo que es imposible saber con exactitud la procedencia de los documentos reclamados. Las palabras que pronunció entonces son un auténtico compendio de lo que hay que hacer ante las peticiones de los separatistas catalanes; un compendio que doce años después parece haber olvidado el señor Caldera. Además, en aquel debate el actual ministro socialista tenía como adversaria a Pilar Rahola, diputada entonces por ERC. ¡Qué casualidad! ¡Con qué rapidez cambia de opinión, según las necesidades del poder! ¿Qué principios va a defender Caldera en su tierra en las próximas elecciones?

Ante tanta evidencia, Caldera ha perdido el control, y en una rueda de prensa en Pamplona ha saltado como un resorte contra la COPE, aconsejando el citado consumo de valeriana. Lo siento, pero en esta ocasión el ministro se ha equivocado de paciente; debería medicarse a sí mismo. Pero no sólo valeriana. Caldera necesita también melisa, jazmín, tila, manzanilla, té verde y tomillo. Es más, con tanta necesidad quizá lo que le interesa es poner un herbolario. El negocio lo tiene asegurado.

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