Una vez más, la torpeza de la dirección socialista ha dejado la trama al descubierto. Carmen Chacón ha desvelado, ante un grupo de periodistas, que el Partido Socialista está articulando una estrategia chusquera y de barricada, de puro estilo cutre. Parecen dispuestos a recuperar la "pana" del 82 con sus idas y venidas de la OTAN, y están dispuestos a olvidarse de la oposición seria y responsable que prometió en su momento Rodríguez Zapatero. Con la "sinceridad" de Chacón contando que van a llenar de actores y actrices la tribuna de invitados en el Congreso durante la intervención de Aznar en el Pleno sobre la crisis de Irak, puede verse que el PSOE está detrás de esta estrategia rancia y rastrera que tuvo su máximo exponente el pasado sábado en la entrega de los Goya.
Zapatero dispuesto a recuperar para el PSOE un "cuéntame como pasó" muy particular, parece que se ha apuntado al ruido de la protesta "progre" y destructiva. El PSOE, que ha perdido el norte político y no está construyendo desde el trabajo de oposición, se apunta a lo cutre y a lo pasado. Volvemos a las manifestaciones pacifistas y libertarias. Volvemos a las estrategias pasadas de rosca.
Además de este error estratégico, hay que señalar también que los socialistas cometen una grave falta de respeto hacia las dos Cámaras en las que están representados todos los ciudadanos. Si quieren protestas, que las hagan en la calle; pero que dejen las Instituciones tranquilas. Si quieren volver a la política asamblearia es su problema, pero que no conviertan el Congreso de los Diputados en un escenario de sus frustraciones y de sus errores. El PSOE, que tiene una gran facilidad para olvidar sus actitudes y posiciones en los años de Gobierno, se apunta ahora a actitudes trasnochadas. Están enterrando en cuestión de días, con demagogia y "tics" pasados de moda, la credibilidad que podían haber ido atesorando. Las "machadas" del diputado Carmona, las "pifias" del portavoz Caldera y ahora las "asambleas" de Chacón dejan en evidencia el desvarío, la falta de dirección y las triquiñuelas socialistas. Con estas artimañas se están apuntando, por muchos años, a la oposición, a una oposición destructiva y marginal.
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