Menú
Ignacio Villa

El rencor congénito

Nunca se han presentado dudas al respecto. Pero desde la propia dirección socialista se encargan en demostrarlo por activa y por pasiva. En el Partido Socialista viven inmersos en una auténtica campaña de "acoso y derribo" contra el Partido Popular. Pero no es sólo eso, desde el PSOE se insiste en una persecución casi "maniaca" contra José María Aznar. Todo lo que "huela" a Aznar tiene licencia libre para arremeter contra él. Durante ocho años han estado "destilando" todo el odio posible y acumulando todo el rencor inimaginable contra el presidente del Gobierno. En el PSOE, muchos tenían y tienen sin digerir la derrota de Felipe González en 1996, y no aceptan que el "felipismo" saliera por la puerta de atrás hundido y desprestigiado. Y toda esa actitud almacenada y alimentada en la oposición ha saltado como un resorte, después del 14 de marzo.
 
Desde las filas socialistas habían venido preparando el camino, saliendo a la calle con la pobre política de pancarta. Primero fue la huelga general, luego llegó el Prestige, más tarde la crisis de Irak; en las tres ocasiones, el Gobierno aguantó saludablemente las cornadas desesperadas e incontroladas de la oposición. Al final, con el uso descarado del dolor por los atentados de Madrid, el Partido Socialista ha ganado las elecciones. Una victoria que, desde el Gobierno de Aznar, no se ha puesto en duda en su legitimidad, pero esa legitimidad aceptada públicamente no significa que se deje de recordar a Zapatero con qué condicionantes alcanzó la victoria electoral.
 
Algo que en el 96 no hizo Felipe González, entonces desde el primer momento el que fuera presidente del Gobierno no hizo más que poner en duda la capacidad de gobernar de José María Aznar. Hasta tal punto no aceptaron entonces la derrota, que ocho años después siguen sin admitir que los años de Gobierno del PP han sido saludables y eficientes.
 
Las afirmaciones de Álvaro Cuesta y Roberto Dorado, realizadas en una mesa redonda organizada por la revista Temas, es la confirmación por escrito, con nombres y apellidos, de una evidencia que salta a la vista. La izquierda española no ha aceptado que el Partido Popular ha sabido gobernar España con solvencia. El Gobierno de Aznar dejará a mediados de abril el poder, desde luego que ha cometido errores, pero se va sin corrupciones y sin escándalos. Y además se marcha después de haber sufrido una indecente campaña de insultos, de acusaciones y de auténtico acoso. El PP deja el Gobierno, y tras él un reguero de odio socialista.
 
Estamos asistiendo a una de esas paradojas de la vida, el PSOE vuelve al poder y lo hace todavía lleno de rencor. No les basta con ganar unas elecciones, hay que hundir al adversario. No es suficiente con gobernar. Para ellos, el poder consiste en aniquilar a los demás. Lo que no se dan cuenta, en esta ocasión, es que enfrente no tienen un partido residual, tienen a casi diez millones de españoles. ¡Y eso son palabras mayores!

En España

    0
    comentarios