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Ignacio Villa

Esta es la dura realidad

El Partido Socialista ha comprobado este miércoles en el Senado la dura realidad. El Ejecutivo de Zapatero ha sentido de manera contundente cómo puede llegar a ser la legislatura que ahora comienza. Con la primera derrota, en la primera votación del Senado, el PSOE ya sabe lo que le espera desde ahora. Una cosa es hablar y hablar, y otra muy diferente es gobernar y legislar.
 
La torpe e inconcebible actitud del presidente del Senado al repetir la votación queda para la lista de tristes anécdotas de la Cámara Alta. Lo que no sabemos es si a partir de ahora, cuando el grupo socialista siga perdiendo votaciones, Javier Rojo insistirá en repetir las votaciones para intentar mejorar el resultado. Desde luego, el precedente es muy rastrero, y más sabiendo que los socialistas van a tener muchos problemas a la hora de afrontar las votaciones del Senado. Esta votación no es una simple historia intrascendente, ni muchísimo menos. Es el punto de partida del duro camino que le espera al Gobierno de Zapatero. Esto va a ser lo habitual en muchos momentos. Se acabaron los "brindis al sol", es el aterrizaje violento y de golpe en la tierra polvorienta y vulgar. Es un claro aviso para navegantes: ya no es tiempo de mítines y de promesas. Hay que legislar, y eso no es cómodo.
 
Desde luego, el talante, el buen talante es conveniente para la política. Pero el buen talante y la sonrisa no sirven para ganar votaciones. Ahora comienza la hora de la verdad, la hora de cumplir muchas promesas realizadas para contentar a unos y a otros. No va a ser fácil poner de acuerdo a grupos tan distintos y con intereses tan diversos. Con la derrota del Senado, Rodríguez Zapatero deberá pisar tierra, deberá entrar en una dinámica realista. Se acabó el tiempo de vino y rosas. En el Gobierno también se sufre. Y los hechos lo demuestran.
 

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