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Ignacio Villa

Esto se llama exterminio

En el País Vasco no se libra casi nadie. La militancia nacionalista no sirve para estar a salvo de la barbarie etarra. La lista de objetivos de la banda, que ha dado a conocer la COPE, es un ejemplo claro de que cuando se dice que ETA y su entorno tienen un comportamiento nazi, no es una afirmación gratuita. Sólo se salvan los que les bailan el agua.

Estas listas de objetivos muestran dos cuestiones, por otra parte ya conocidas. Primero: ETA no quiere al nacionalismo vasco histórico y tradicional, quieren un nacionalismo demoledor para el País Vasco, un nacionalismo extraterrestre e intolerante. Segundo: ETA busca el aniquilamiento del mundo empresarial, motor del desarrollo vasco, con una mención especial para el mundo bancario. En todo caso, esta actitud de ETA, no puede ni asustar ni asombrar a nadie. Es la trayectoria habitual de los terroristas. Pero ¿qué piensan de todo esto Arzalluz, Egibar o el propio Ibarretxe? Quizá sigan pensando que así también se construye una alternativa soberanista.

El esperpento político es único: el PNV esta en el gobierno gracias a EH, mientras tanto ETA elabora listas de objetivos terroristas con militantes del PNV, y gente cercana al nacionalismo vasco. ¿Quién explica esto? ¿Cuál es la estrategia? Realmente, ni el mas avispado analista político puede explicar este “brillante” diseño político. Arzalluz, Egibar, e Ibarretxe deberían dar explicaciones a su propia militancia. Aquí no valen discursos viejos y trasnochados con Mayor Oreja como excusa. Aquí, sus propios errores provocan que ETA incluya a los militantes del PNV entre sus propios objetivos. Triste trabajo político, despreciable vida la de estos políticos que traicionan a sus propios militantes incluso con el exterminio.

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