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Ignacio Villa

Estrategia inteligente

Después de los primeros análisis y lecturas, ahora ya podemos afirmar que la estrategia elaborada por el Gobierno Aznar para la reciente entrevista con Ibarretxe ha sido inteligente y útil.

Y es que el Gobierno ha cambiado de táctica. El Ejecutivo ha evitado la confrontación y ha replicado con propuestas concretas y exigentes a las iniciativas nacionalistas. El inicio de este nuevo discurso es un claro acierto político. Es el abandono de la reacción negativa, a cambio de apostar por retomar la iniciativa, algo, que por cierto, el Ejecutivo central tendría que hacer en más terrenos de la vida política.

Es verdad que el jefe del Gobierno vasco ha utilizado y sigue utilizando el término de diálogo como trampa, como equívoco. Pero José María Aznar, en lugar de reprochar a Ibarretxe las carencias del pasado, en lugar de quejarse por la inoperancia del Gobierno vasco en la lucha contra el terrorismo, ha entrado en el terreno de las propuestas y de las iniciativas. De todas ellas, destacan los seis puntos claros y contrastables en la colaboración entre Madrid y Vitoria para luchar contra ETA, convirtiendo esa prioridad en el termómetro de esa relación. Además, Aznar ha propuesto un programa de acción común para que en las escuelas vascas se enseñen valores como la tolerancia y el respeto a la vida y se explique, con detalle, el camino recorrido en común del País Vasco en España.

En la reciente entrevista Aznar-Ibarretxe se ha certificado que las posiciones están lejos y son muy distintas, aunque se ha percibido un claro cambio en los modos y en las formas. Se ha recuperado la educación en la relación institucional. Y eso siempre es importante. Pero quizá donde ha estado el mayor cambio ha sido en la estrategia. Aznar ha cambiado. Ha pasado al ataque, pero desde las propuestas. ¿Diálogo?, sí, pero no sólo sobre las propuestas nacionalistas, también sobre las propuestas del Gobierno central.

El golpe de estrategia es inteligente. Aznar lleva la delantera.

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