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Ignacio Villa

ETA contra los vascos

La banda terrorista ETA y su brazo político, Euskal Herritarrok, dicen que tienen como objetivo prioritario luchar a favor de la independencia del pueblo vasco. Y lo hacen, como siempre, de la única manera que saben: matando, los unos, y mirando para otro lado –o, peor aún, señalando–, los otros. Justifican su sanguinaria actitud diciendo que es necesario abrir la vía de la soberanía y que los vascos puedan decidir su futuro. Sus objetivos sólo los explican matando. Sus fines sólo los divulgan asesinando. Sus intenciones sólo las diseñan con una pistola en el cinto.

ETA y EH dicen buscar la independencia del País Vasco. Y la buscan matando salvajemente a ciudadanos vascos. Ellos matan y matan indiscriminadamente. Matan a los ciudadanos que teóricamente se benefician de sus objetivos de independencia. ETA mata a vascos, sus supuestos compatriotas. Sus presuntos beneficiarios del sueño secesionista. ¿Alguien lo puede explicar?

La banda terrorista ETA, un auténtico anacronismo en esta Europa contemporánea, no tiene razón de existir. Nadie asesina para alcanzar un objetivo político, sólo los que están inmersos en la locura. Los ciudadanos vascos son los que han castigado a ETA en las últimas elecciones vascas, reduciendo a la mitad los escaños de EH. Ahora también tienen que ser los ciudadanos vascos los que, con su actitud constructiva y pacífica, deben lograr que el PNV y EA se aparten definitivamente de sus viejas amistades con los cómplices de ETA.

El PNV ha anunciado que no contará con EH en el futuro Gobierno vasco. Un enunciado de intenciones que no es suficiente. El PNV y su socio parlamentario, Eusko Alkartasuna, deben ahora manifestar con hechos que quieren rectificar de verdad. Y no sólo eso; los ciudadanos vascos que han dado su voto al nacionalismo deberán de vigilar que cumplen con su palabra. El PNV y EA, con este nuevo asesinato de ETA, ya saben cuál es el camino: reconocer que el terrorismo es un problema real del País Vasco y, por lo tanto, exigir que se pongan los medios para acabar con él.

ETA mata a los vascos. Y el Gobierno vasco no puede mirar hacia otra parte.

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