El espectáculo ofrecido por tres diputados regionales del Partido Popular de Madrid es algo más que una simple anécdota. Desde luego, el "entretenimiento" que estos representantes de los ciudadanos tenían entre manos durante el último pleno de la Asamblea madrileña es una buena muestra del "intenso" trabajo de sus señorías, "siempre" pendientes del más mínimo detalle por ser un referente para toda la sociedad.
En el Grupo Parlamentario del Partido Popular se ha abierto un expediente disciplinario. Esperemos que esta investigación no sea una "simple cortina de humo" para parar el golpe mediática y políticamente. En esta ocasión, el presidente del PP madrileño y diputado autonómico, Pío García Escudero, debería tomar cartas en el asunto y exigir responsabilidades, incluida si fuera necesaria la dimisión de tres diputados que han dejado por el suelo el prestigio de sus siglas políticas.
Son varios los factores que confluyen en esta historia que impiden catalogarla como una simple anécdota colorista. Para empezar, es evidente que han cometido una grave falta de respeto a los ciudadanos que les han votado en las últimas elecciones autonómicas. Desde luego, la cercanía de unos nuevos comicios no debería implicar que el PP intente echar tierra sobre esta desdichada historia. Esta es una buena ocasión para que García Escudero, que tiene fama en su partido de pasar "de canto" por encima de los problemas, ponga a cada uno en su sitio. El responsable de los populares madrileños no puede pasar por alto el espectáculo ofrecido por tres señorías de su grupo parlamentario.
García Escudero sabe que en política se debe de cuidar la ética y también la estética. En esta ocasión, estos tres diputados regionales han demostrado públicamente su bajo nivel político, se han reído de los ciudadanos que les votan y de los contribuyentes que les pagan, y han dejado por los suelos el prestigio del trabajo de los diputados regionales. Sencillamente, han cometido una infracción política en el terreno ético y estético. Y la dirección regional del PP no puede pasar por alto esta falta. ¡Por el bien de todos!
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