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Ignacio Villa

Examen para Zapatero

El PSOE, con su nuevo equipo, intenta articular una verdadera alternativa al PP desde el pasado verano. Hay cuestiones que entran en el terreno de lo accesorio; pero hay otras que son imprescindibles para que lo dicho se convierta en realidad. Una de ellas es la homogeneidad interna, la unidad de criterios, que en ningún caso significa monolitismo. Estamos ante el verdadero examen de un partido que pretende ser nacional con aspiraciones de Gobierno.

Además, los socialistas deberían también aprender del pasado. Durante la pasada legislatura, el PSOE utilizó el modelo de financiación autonómica como motivo de enfrentamiento y de oposición contra el Gobierno. Una estrategia que el tiempo ha puesto en su sitio y que se ha demostrado inútil y equivocada.

Un partido, que en muchos capítulos tiene que empezar de cero para hacer olvidar el felipismo, no puede tropezar en la misma piedra. Si realmente el PSOE aspira a ser una alternativa seria en el 2004, con posibilidades reales de victoria, debería cambiar de estrategia.

En primer lugar, y por encima de todo, debería ofrecer una imagen de unidad de criterio y trabajo en temas de carácter nacional. Pongamos un ejemplo: el Plan Hidrológico Nacional, que por sus características levanta opiniones distintas. Pero no sólo en el PSOE, también en el PP. Lo que ocurre es que cuando existe cohesión interna la diversidad dañina desaparece. O es que, ¿creen ustedes que Lucas, Zaplana y Valcárcel piensan igual? Posiblemente no, pero evitan manifestarlo.

Este es sólamente un ejemplo. Es bueno y saludable que el PSOE tenga diversidad interna, opiniones distintas. Pero a la hora de situarse en el escaparate de la opinión pública, en las grandes cuestiones de Estado se deben evitar los protagonismos provincianos. Ese es el único camino. Es el verdadero examen para Rodríguez Zapatero. Si quiere demostrar su capacidad de líder, no tiene que evitar que Iglesias, Antich, Bono o Ibarra tengan opiniones distintas. Tiene que conseguir que esa diversidad no aflore. No es pensamiento único. Es intentar configurarse como una alternativa de Gobierno. Y, por el momento, están lejos de conseguirlo.

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