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Ignacio Villa

Jubilaciones anticipadas

Ha sido un año muy duro. Lo reconocía hace unos días el propio presidente del Gobierno y ya todos lo aceptan en público. El año 2001 –afirman desde el Gobierno y el PP– ha sido el más complicado desde que llegaron al poder en 1996. Polémicas como las "vacas locas" o el "Tireless" y escándalos como el de Gescartera marcan un año en el que el Gobierno quedó más de una vez superado por las circunstancias, incapaz de reaccionar, todos agarrotados por el gran interrogante de la sucesión. Y por lo que parece, la gran pregunta va a seguir estando en el aire durante mucho más tiempo.

A estas alturas de la película la perdiz está sobradamente mareada. Pero, seamos sinceros, la prensa no ha mareado la perdiz, el trajín fue organizado desde el propio PP y alentado por el presidente Aznar, a quien le gusta –nadie lo niega– jugar a la sorpresa y al despiste. Cuando faltan algo más de dos años para las elecciones generales, no se conocen ni el nombre del sucesor, ni el sistema de elección interna, ni los planes de Aznar para el día después. Nadie sabe nada. Nadie intuye siquiera. Todos en el PP continúan con la gran cuestión a vueltas.

Con una situación así, el presidente del Gobierno, por si alguien tenía duda, sigue jugando al despiste. En la tradicional cena de Navidad con los parlamentarios populares ha anunciado que el 2003 es la fecha elegida para la renovación, que se percibirá en las elecciones autonómicas y municipales previstas para ese año. Para esa cita electoral, Aznar ha prometido muchos nombres y caras nuevas. Es la fecha señalada para la esperada renovación, pero por el momento habrá que esperar, ya que por lo que sabemos será una renovación al ralentí: Zaplana o Gallardón repiten y otros van a intentar volver, como Jaume Matas a la presidencia balear. Como ven, nombres sobradamente conocidos, aunque también es cierto que las listas electorales son amplías y cabe mucha gente.

Además de anunciar la renovación, en la citada cena Aznar anduvo bromeando, pero sus chanzas no gustaron a todos. El presidente dijo a los asistentes que muchos de los allí presentes no estarán en la primera línea de la política en 2004. En fin, estamos en lo de siempre: digo pero no digo, me explico pero no me entienden, juego pero me interpretan mal, jeroglíficos, vericuetos, acertijos, etc. Así empezamos el año y así lo vamos a terminar. Seguimos sin conocer al sucesor, aunque ya sabemos que habrá jubilaciones anticipadas. Algo es algo.

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