Menú
Ignacio Villa

La gran pifia

A nadie puede extrañarle lo que está ocurriendo con la polémica visita, ahora ficticia, de Felipe González a Marruecos. Estamos ante el resultado de una desastrosa política informativa de un Gobierno que se sirve de las filtraciones como único medio para manejar la información. Este Ejecutivo, que desde hace tiempo ha marcado una línea divisoria entre prensa “amiga” y “enemiga”, se acaba de encontrar de bruces con algo que se ha ganado a pulso: el descrédito de sus filtraciones. Un Gobierno con mayoría absoluta, una gestión económica solvente, las encuestas a favor y el programa electoral cumplido en buena parte no necesita de estos manejos sucios y tristes para reforzar su trabajo. Máxime cuando los socialistas llevan meses desorientados en su trabajo de oposición.

Con este panorama político de clara superioridad, sólo se entiende lo ocurrido si valoramos la posible necesidad de alguno para coleccionar méritos delante del “Jefe”. El error es de tal calibre que sólo lo puede haber cometido alguien que tiene mucha urgencia por mejorar su hoja de servicios. Es realmente inaudito que desde el Gobierno –sea quién sea– no se confirme una información que se recibe desde una Embajada antes de utilizarla en beneficio político propio. Seguramente nadie reconocerá sus errores en el Ejecutivo. Pero, desde que sale la información de Marruecos hasta que llega al Palacio de La Moncloa, todos los eslabones de la cadena han caído en la misma trampa. En todo caso, si alguien del Gobierno puede considerarse el responsable de la “pifia” debería ser el último receptor. Es decir, aquel que con la autoridad que le da el cargo levantó el teléfono y pasó una información a un medio de comunicación sin haberla contrastado.

Esto es lo que hay. Nadie puede llevarse las manos a la cabeza. Este sólo es un capítulo más de una forma habitual de actuar que no puede terminar bien. Pero ojo, que ahora no se han cerrado filas como en otras ocasiones. Importantes miembros del Gobierno y del Partido Popular no están dispuestos a que les salpique el error de una persona del Gabinete que no dieron señales de vida cuando, en otras ocasiones, aquellos estuvieron al pie de los caballos de la opinión pública. Esta vez –así lo hacen saber desde distintos círculos del Ejecutivo y del PP– no se va a actuar con solidaridad hacia el afectado. Y añaden: “El que busca hacer meritos de espaldas a los demás, deberá pagar por sus errores”. Y añaden con ironía: “¿Cuando va a ser la próxima entrevista de Larry King con el presidente?”

Sin comentarios.

© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Opinión