El primer debate en muchos años ha demostrado, para empezar, lo saludable que es este formato para los periodos electorales. Si con esta experiencia que nos dejan las elecciones europeas los debates se institucionalizan en las campañas electorales, los comicios del 13 de junio nos habrán dejado una saludable costumbre democrática.
Dicho lo cual, ¿quién ha ganado? En mi opinión, la victoria se la ha llevado Jaime Mayor Oreja. Ha ganado en solvencia, en credibilidad, en consistencia, en cercanía y en mensaje político. José Borrell ha perdido por su pobreza de discurso, por su ausencia de argumentación y por su eterna prepotencia. El político del PP ha sabido trasmitir a los ciudadanos su oferta de ser el defensor de los intereses de España en Bruselas, mientras que el socialista, con su habitual actitud, ha buscado demostrar a todos que es un erudito sobre Europa y que ha sido uno de los participantes de la Convención Europea.
Mayor Oreja ha articulado mejor su intervención, ha aguantado el tipo en los momentos complicados y ha atacado con fundamento cuando debía hacerlo. Borrell ha leído incansablemente las palabras que otros le han preparado, ha ido a la contra y ha ofrecido la imagen de alguien que escenifica unos mensajes que no siente.