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Ignacio Villa

Las verdades de Zapatero

En esto de la política no hay muchas casualidades. Más bien lo contrario. En esta ocasión, sería una ingenuidad pensar que es una simple coincidencia que el presidente Aznar, inmerso en campaña electoral, haya escogido León para cantar a los cuatro vientos las verdades de José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que Aznar se ha ido al "teórico" feudo del secretario general del PSOE para recordar las "maravillas" y los "logros" del PSOE en materia de empleo durante sus años de Gobierno. Aznar ha recordado cómo estaba España en el 96 y cómo está ahora, pero especialmente ha refrescado la memoría a muchos desmemoriados: una victoria socialista se traducirá en al desaparición de la ley de estabilidad presupuestaria, una decisión –decía Aznar– que ya ha anunciado Zapatero y que provocará la vuelta al paro galopante.

Decía antes que en política no hay muy pocas casualidades. Y es que a nadie se le oculta que el presidente Aznar sabe que uno de sus argumentos estrella en la presente campaña electoral es el capítulo económico en todas sus parcelas, y entre ellas una de las que tiene un mayor relieve es, sin duda, la creación de empleo. Aznar puede alardear de crear empleo, mientras que Zapatero debe de esconder los datos y las cifras de paro de los años de Gobierno del PSOE. Aznar puede explicar los métodos para afrontar el paro, mientras que Zapatero no puede echar mano de un pasado que le deja en evidencia. Aznar puede airear sus datos económicos refrendados internacionalmente, mientras que Zapatero tiene que enterrar la situación económica de España al final de la época socialista. Sí hablamos de economía, sí hablamos de crecimiento, sí hablamos de empleo los argumentos se quedan de parte del Partido Popular. El PSOE en cambio sólo podrá hablar de proyectos y de teorías, puesto que sus números de Gobierno cantan por sí solos: son rojos y negativos. Pero claro, con este panorama demoledor e incontestable sólo un socialista podía tener el don de la oportunidad: era imposible que se quedara callado y no ha fallado; Jesús Caldera ha vuelto a demostrar que es el gran aliado del Ejecutivo; Caldera se ha lanzado a criticar las políticas del Gobierno que están favoreciendo la creación de empleo. Una vez más ha sido un auténtico ejemplo de "ojo político". Con estos portavoces, ¿a que se puede aspirar?.

Este jueves, Aznar ha estado en la tierra de Zapatero, puesto que decir "feudo" puede resultar algo pretencioso. No habrá más que recordar que desde que Zapatero es número uno en la lista de las generales el PSOE ha perdido un escaño en la provincia de León. Con este "curriculum", por el momento, no se puede considerar precisamente un profeta en su tierra. Poco profeta en su tierra, y poco creíble con los números. Las verdades de Zapatero son como para ponerse en guardia, sus proyectos y anuncios económicos como para echarse a temblar. Por ese camino poco puede hacer y más con un Aznar dispuesto a recordar todos los datos. Unos datos más claros que el agua.

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