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Ignacio Villa

Las víctimas molestan al Gobierno

El presidente del Gobierno ha dejado al descubierto una vez más su desprecio hacia las víctimas, un desprecio que cada vez puede esconder menos. Y es que las víctimas le molestan. Le molestan en sus "planes" para llegar a un acuerdo con los terroristas

A este hombre le dura cada vez menos la farsa y la mentira. El pasado lunes, después de la multitudinaria manifestación de Madrid,  Zapatero decidió llamar a bombo y platillo a Moncloa a TODAS las víctimas para explicarles su estrategia en la lucha contra el terrorismo. Dos días después la nueva milonga ha sido descubierta.
 
Ahora nos hemos enterado –ha sido confirmado por el propio Gabinete del Presidente del Gobierno– que a esa famosa reunión del día 21 no van a ser convocadas todas las Asociaciones y Fundaciones de víctimas del terrorismo. Desde Moncloa se explica que serán llamadas "las más representativas". Ante esta afirmación, la pregunta surge de inmediato: ¿qué se entiende por representativas? ¿Cuál es el criterio para la selección? De esta forma se constata algo que no ofrecía ninguna duda: Zapatero instrumentaliza a las víctimas y las clasifica según su orden y concierto. Para Zapatero las víctimas tiene distintas clases.
 
El presidente del Gobierno ha dejado al descubierto una vez más su desprecio hacia las víctimas, un desprecio que cada vez puede esconder menos. Y es que las víctimas le molestan. Le molestan en sus "planes" para llegar a un acuerdo con los terroristas de ETA. Así, el Jefe del Ejecutivo convoca a "algunas" víctimas a Moncloa, después haber nombrado Comisario a Peces Barba, después de intentar utilizar a Mayte Pagazaurtundua, después de haber utilizado a Fernando Savater y después de haberse encontrado la calle abarrotada de gente pidiéndole que rectifique.
 
¿Rectificación? ¿Quién dice rectificación? Este hombre no conoce, ni reconoce esa palabra. En la sesión de control en el Senado de este miércoles Zapatero insiste en su tozudez y en su estrategia de negociar con ETA. Esto es un auténtico choteo pero ahora que lo conocemos bien no cuela tan fácilmente. Detrás de todo esto nos queda algo, desde luego, tremendo: la ausencia de un mínimo sentimiento de humanidad del actual Jefe del Gobierno hacia las víctimas. Y eso nos duele a todos.

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