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Ignacio Villa

Mal empezamos

Esta X Cumbre Iberoamericana no empieza con buen pie. La Cumbre de Panamá nace con un claro gesto de desdén desde el Palacio de La Moncloa. Estas citas, que hasta ahora José María Aznar había utilizado, con más o menos éxito, para cimentar un liderazgo iberoamericano, parecen haber dejado de interesar.

Se puede leer en esta actitud que el presidente del Gobierno español intenta devaluar la Cumbre con gestos poco habituales. Aznar aterrizará en el aeropuerto internacional de Ciudad de Panamá tres horas antes del acto de inauguración. Llega tan justo que, por primera vez en diez años, el presidente del Gobierno no estará en el aeropuerto para recibir a los Reyes de España que, en esta ocasión, llegarán en el mediodía panameño. Una ausencia sin precedentes y que, desde luego, no pasa inadvertida desde un punto de vista protocolario.

El protocolo no lo es todo, desde luego, pero las explicaciones brillan por su ausencia. Desde el Palacio de La Moncloa aducen que la ausencia de Aznar en el aeropuerto se debe a “razones de causa mayor”. Ya veremos en qué queda todo esto, y es que llueve sobre mojado. No hay que olvidar que se ha transmitido cierto malestar en la Casa Real por la ausencia del ministro Piqué en la visita que los Reyes están realizando a la República Dominicana, un viaje que rememora la primera visita de Estado tras su coronación, hace ahora 25 años.

Como ven, el arranque de la Cumbre no parece el más acertado.

¿Sobre la organización? ... hablaremos otro día. Por el momento, los teléfonos no funcionan.