¿Sorpresa? Ninguna. ¿Previsible? Absolutamente. Ya lo dijo el presidente de la Junta de Andalucía en la reciente visita a Cuba. Los Reyes y el presidente Zapatero visitarán Cuba el año 2006. Con la visita del ministro de Exteriores del dictador Castro a España comienza la escenificación del acercamiento político entre Madrid y La Habana. Un acercamiento que en la vida diaria ya era una realidad desde hace muchos meses.
Cuba y España están trabajando juntos en la misma dirección desde hace mucho tiempo. Y los hechos son tozudos. ¿Qué razones hay para recibir con todos los honores a Pérez Roque en Madrid? El ministro de Exteriores cubano ha estado en Zarzuela, en Moncloa y en Santa Cruz. Un trato imposible de justificar sin más, y que no se da a otros ministros de Exteriores.
Antes decía que –en todo caso– no hay motivo para la sorpresa por este recibimiento. Es el primer fruto que aflora de la política exterior diseñada por Zapatero y ejecutada por Moratinos. Una política exterior que tiene cerrada la Casa Blanca y que busca alianzas en Rabat, Caracas y La Habana. Una política exterior que dice volver al corazón de Europa y que ha convertido a España en la sirvienta de Francia y de Alemania. En menos de un año Zapatero ha puesto en práctica una política exterior desfasada y trasnochada. Además, ha puesto sus cartas encima de la mesa a la vista de todos: amistad con las dictaduras, enfrentamiento con los Estados Unidos.
Por cierto, alguien en Moncloa puede explicar cómo pueden estar buscando puntos de acercamiento con el presidente Bush, mientras se abren las puertas de España –de par en par– a la dictadura de Castro. Quizá todavía quede alguien que pueda pensar que Zapatero es un ingenuo. Pero de ingenuo nada. Sabe bien lo que hace, aunque en ocasiones no está exento de torpeza. Zapatero ha conseguido laminar en menos de un año todo el prestigio de España en el exterior, ha cerrado para mucho tiempo los vínculos de confianza con los aliados naturales, ha escogido a enemigos de la democracia como amigos de España y ha roto con la tradición de décadas en las relaciones exteriores.
Con el Gobierno ZP el retroceso en política exterior ha sido total. Y lo que es más grave, estamos en caída libre sin saber cuando llegaremos al final. Por cierto, después de lo visto habrá que decir que Manuel Chaves no mintió. Se están preparando las visitas de los Reyes y de Zapatero a Cuba. ¿O es que esto también son figuraciones? Y esto es sólo el comienzo de una política bananera y tercermundista. Y los hechos cantan por sí solos.