Lastima para el Gobierno que la política sea como el fútbol y no como el baloncesto. Pero lo cierto es que en esto del politiqueo no existen los tiempos muertos, como mucho hay un descanso a mitad de partido. En política hay que corregir los errores sobre la marcha, con rapidez y reflejos. Y a este Gobierno le cuesta demostrar capacidad de reacción, y mucho mas le cuesta ofrecer gestos de frescura para afrontar los problemas lógicos que surgen en el poder.
Precisamente por todo esto, al Gobierno de Aznar bien le vendría un tiempo muerto. Un parón del día a día político para reorganizar tácticas y estrategias. Por el momento, todo lo pensado y diseñado no ha dejado los resultados previstos a los populares. Sus intentos de reacción han sido infructuosos. Por errores propios o ajenos, por la comodidad que da el poder y por el interrogante permanente sobre el futuro sucesorio, el Gobierno del PP sigue lastrando una mala imagen.
Intentos para recuperar el pulso, han existido unos cuantos: primero fue la crisis de Gobierno de julio, luego el relanzamiento de una campaña electoral inexistente, más tarde la recogida de velas en todo lo que significara polémica, y por si esto no fuera poco, el Ejecutivo ha vuelto a dar muestras de incapacidad para gestionar una crisis de las dimensiones del "Prestige".
En política no hay descansos, pero desde luego al presidente Aznar le vendría como anillo al dedo la posibilidad de que se pudiera parar el cronometro y recomponer el equipo, la estrategia y también las posibles ofensivas. Lo curioso es que este Gobierno, que mantiene una cómoda mayoría absoluta, que puede presumir hasta la fecha una eficaz gestión económica y unos buenos resultados en la lucha contra el terrorismo, cuando el guión se sale de lo previsto se trompica aparatosamente.
El hecho que demuestra que las cosas no marchan bien, la señal mas clara de que están tocando fondo es la desastrosa política informativa y de medios que estamos viviendo estos últimos días. La ultima entrega de esta odisea mediática es la fusión de las dos plataformas digitales, una decisión que arrumba ya definitivamente la coherencia del PP en este terreno importantísimo.
¡O paran el cronometro, o el partido terminara mal y antes de tiempo! Por favor, ¡que alguien ponga orden!
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