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Ignacio Villa

No se puede quedar así

Todo se queda en el aire hasta la vuelta de las vacaciones de sus Señorías. Hasta el siete de septiembre no se tomará ninguna decisión sobre nuevas comparecencias en la Comisión de investigación. Los partidos políticos se toman un respiro a la espera de rediseñar estrategias y hacer balance del camino recorrido. ¡Vale, de acuerdo! Pero de lo que no hay duda es que esto no se puede quedar así. La comisión está incompleta en sus trabajos y en sus declaraciones, y eso nadie lo pone en duda.
 
A estas alturas hay dos cuestiones que parecen claras. El Partido Popular ha ido a más. Mientras que el Partido Socialista ha visto como sus argumentos se iban desmontando con el paso de los días. Es más, con la presencia de comparecientes de "perfil político" en la comisión, el Gobierno del Partido Popular ha comenzado a recuperar el crédito que los socialistas se habían empeñado en enterrar. Las verdades de Acebes, las mentiras de Rubalcaba y las incoherencias de Alonso han clarificado -en las últimas horas- las cosas más de lo que el PSOE y el propio Zapatero les hubiera gustado. Desde luego, lo que ya está claro -incluso, para los enemigos del Gobierno- es que el Ejecutivo del PP no mintió en aquellos días de marzo. De todas formas, no está dicha la última palabra y las comparecencias deberían seguir en septiembre, entre otras cosas porque no se ha aclarado como se violó desde las calle Ferraz la jornada de reflexión.
 
La necesaria presencia de Ignacio Astarloa y de José María Aznar en la Comisión parece inexcusable. Sus testimonios deberían ser obligatorios para elaborar las conclusiones finales, por lo que no deja de tener un componente ridículo que los partidos políticos intenten cerrar ese texto sin contar con las declaraciones de algunos de los protagonistas decisivos en aquellos días. Es evidente que el PSOE tiene miedo, mucho miedo a que se aclare lo que pasó la jornada de reflexión. La realidad es que la Comisión ha pasado de puntillas sobre esa cuestión. El PSOE, a no ser que de un giro brusco por algún imprevisto, va a apostar por acabar con la Comisión cuanto antes. Por su parte, el Partido Popular tiene la obligación de apretar al máximo la maquinaria para que las comparecencias continúen en septiembre. El trabajo está sin acabar y echar el cerrojazo sería engañar a los ciudadanos.

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