La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, hecha pública este jueves, sobre las próximas elecciones madrileñas nos ha confirmado una evidencia: los ciudadanos madrileños no se dejan engañar. Saben perfectamente quién es quién en la política madrileña. Conocen a la perfección dónde están los corruptos y donde están los honrados; y perciben en quién se puede confiar y a quién hay que ignorar. La encuesta del CIS no es ni mucho menos definitiva, como nos dice la experiencia, pero sí marca una orientación, una aproximación a lo que va a ser la tendencia el próximo 26 de octubre. Y la tendencia dice que el Partido Socialista ha entrado en la cuesta abajo. Las elecciones del próximo día 26, no son unas simples elecciones autonómicas para los socialistas. Esa cita electoral va a marcar de forma muy clara el futuro de la actual dirección de la calle Ferraz.
Para empezar, hay una idea clara: si pierde Simancas, pierde Zapatero. Si el candidato socialista tiene una debacle en Madrid, el secretario general del PSOE también será participe del desastre. Es más si “Rafa” Simancas pierde estrepitosamente, “José Luis” puede ir detrás de él. Y es que en política no hay nada gratuito. Cuando Rodríguez Zapatero salió a la palestra el 10 de junio pasado arropando y apoyando a Simancas, asumiendo todas y cada una de las actitudes del responsable de la FSM, se convirtió en responsable directo del escándalo. Zapatero es un cómplice pleno de todo lo que ha ocurrido en la Asamblea de Madrid gracias a la “brillante gestión” de las listas electorales. Zapatero ya no puede separarse de Simancas. Le guste o no le guste lo que pase en Madrid, él es participe directo del desaguisado. Y con él, todos los suyos: Caldera, Rubalcaba, Blanco y Chacón. ¡Menuda colección de estrategas!
Los resultados del CIS son muy contundentes, tan claros que no ofrecen dudas a nadie. El PSOE va a salir servido de la Comunidad de Madrid, van a pagar una buena factura por todas sus ineptitudes. ¡Pero que no se engañen! Si la derrota es amplia, como todo apunta, los cimientos socialistas se van a remover.¿Cuánto?, se preguntan muchos. Pues puede ser que más de lo esperado. Si Madrid se convierte, como el propio Zapatero dijo en su momento, en unas primarias para su candidatura, que tome buena nota. Al paso que vamos, el 27 de octubre habrá que hacer guardia en la puerta de Ferraz. Seguro que habrá mucho movimiento. Y entonces valdrán todas las apuestas.
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