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Ignacio Villa

¡Nos queda el fútbol!

El entorno del presidente Aznar no recuerda otro mes de junio más duro, pero el fútbol está sirviendo de bálsamo. Hay euforia ante las posibilidades de la selección española en el Campeonato Mundial de Fútbol. Había dudas en algunos círculos gubernamentales acerca del éxito de la Cumbre de Sevilla un día después del 20-J, pero ya tenemos un contrapeso: el recurrente éxito deportivo. En la víspera de una huelga general, la selección española es la única alegría que le queda al Gobierno ante uno de sus tragos más amargos desde 1996. Algunos cercanos cuentan cómo el presidente Aznar bromea diciendo: “Menos mal que nos queda el fútbol”.

No todo son estrategias, declaraciones, diseños y vida parlamentaria. La política también necesita de factores externos que alegren la cara en circunstancias más o menos adversas. Es lo que siempre se ha dicho: “pan y circo”. Además, en esta ocasión se vive al pie de la letra. El Mundial de Corea y Japón amortigua la tensión política y social que provoca la huelga. No hay que tomarse la cuestión a broma. Un país contento con el fútbol es un país menos preocupado por los avatares de sus políticos. Más aún cuando el partido entre España y Corea del Sur se disputará el sábado por la mañana, durante la Cumbre de Sevilla y apenas unas horas después del paro general.

Entre el viernes y el sábado será cuando se gane o se pierda la batalla del 20-J. El Gobierno tendrá el escaparate de la Cumbre de Sevilla y, además, en unos momentos tan complicados, la sociedad española estará más pendiente del fútbol que de cualquier otra cosa. El ambiente festivo de los buenos resultados siempre endulza los tragos más amargos. El domingo pasado, las “milagrosas” paradas de Casillas fueron una magnífica válvula de escape para el Ejecutivo. Si hubiera un manual del buen político, uno de sus primeros artículos diría que los dirigentes han de servirse de los éxitos deportivos a su mejor conveniencia. Y en esta ocasión se hará.

Ahora, sólo será así mientras Corea del Sur nos lo permita. Ya veremos...

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