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Ignacio Villa

Para un roto y para un descosido

Verlo para creerlo. La presencia permanente del portavoz parlamentario socialista Jesús Caldera ante unos micrófonos podría tener dos lecturas: Caldera es un "todoterreno" de la política o Caldera habla de todo sin saber de nada. Visto lo visto, y escuchado lo escuchado, habrá que quedarse con la segunda opción: Caldera habla de todo, pero ciertamente habla malamente de oídas. Y es que es raro el día en que no encontramos al portavoz socialista hablando de Irak, de Ana Botella, de la vivienda, del CIS, de la educación o de los impuestos. Un auténtico espectáculo de la polivalencia, que en política es como decir que navega entra tantas aguas que al final se termina hundiendo.

Esta asidua presencia de Caldera ante micrófonos y cámaras nos conduce a una de las cuestiones clave del actual Partido Socilista. El PSOE de Zapatero no tiene equipo. Al principio se podía recurrir al: "son pocos y recién llegados, hay que darles tiempo". Pero es que el tiempo pasa y lejos de mejorar, están cada vez más atrofiados. Son siempre los mismos, y no mejoran con los años. Pepín Blanco, Jordi Sevilla, Lopez Aguilar y el citado Caldera es la "alineación de lujo", que como grandes recursos finales tienen a Marín y a Rubalcaba, personajes más de historia que de futuro. El PSOE no tiene equipo, no termina de encontrar una generación nueva, ágil y con fuerza que haga el trabajo sucio y eficaz al líder del partido. Zapatero no termina de encontrar al verdadero equipo que cualquier oposición necesita para llegar al poder.

Esta falta de equipo, esta pobreza de iniciativas, esta nulidad en la gestión política termina pasando factura. Igual hablan de Gescartera, que del Prestige, que de la crisis de Irak. Igual buscan un titular que atacan al Gobierno. Sin dirección, sin orden y sin concierto. Este PSOE no tiene equipo, y a los que tiene en primer fila los usa para todo, dejando en evidencia sus muchas deficiencias. Y lo que está claro es que una oposición sin equipos y sin estrategias, nunca llegará al poder. El PSOE ha desaprovechado todas las oportunidades que el Gobierno le ha ofrecido por sus muchos errores. Una tras otra, han sido desaprovechadas. Y es que Zapatero, si quiere llegar a La Moncloa, deberá rebuscar en el banquillo. El actual equipo titular sólo puede aspirar, como mucho, a la permanencia, pero nunca a ser campeones.

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