La historia es una simple anécdota -de acuerdo- pero estarán conmigo que es la demostración contante y sonante del verdadero talante de este Gobierno. Es la muestra inequívoca del sectarismo y de una forma determinada de entender la política. Viernes 18 de junio, rueda de prensa del Consejo de ministros, la Vicepresidenta del Gobierno va concediendo turnos de palabra a los periodistas presentes en la tradicional comparecencia ante los medios de comunicación para explicar los contenidos del Consejo. Estamos ya en la recta final de esa conferencia de prensa, hay todavía varias manos levantadas y Fernández de la Vega al contemplar el horizonte de periodistas con intención de preguntar, exclama en voz baja: "por ahí no, que son peligrosos". Frase que sin saberlo fue recogida por la grabación de radios y televisiones. Dicho de otra forma la número dos del Gobierno buscaba manos de algún periodista amigo que no hiciera preguntas incómodas, en un ejemplo más de una política informativa abierta a todos y sin ninguna actitud preferente?
Desde luego que desde el Gobierno defenderán a capa y espada a su Vicepresidenta, pero lo cierto es que esta simple frase deja al descubierto muchas cosas. Por lo que parece desde el poder se comienza a manejar la lista de periodistas buenos y malos, de amigos y enemigos, de cómodos e incómodos. Y lo que es peor desde el Ejecutivo comienzan a ser conscientes de que las cosas no les van tan bien como lo quieren transmitir. Es decir que necesitan de la ayuda de los "amigos" para contar una realidad que se diferencia considerablemente de la verdad.