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Ignacio Villa

¿Sabrá el PP vivir sin Aznar?

Esta es la gran pregunta, esa es la gran cuestión sobre la que no tendremos respuesta hasta el próximo mes de marzo: ¿Sabrá el Partido Popular vivir sin Aznar? Ciertamente, el proceso de sucesión iniciado por José Maria Aznar el pasado mes de septiembre está siendo ejemplar en todos sus aspectos. El proceso en sí mismo fue rápido y eficaz; además, posteriormente ha sabido quitarse de la circulación, aparcando así cualquier duda sobre la bicefalia y sobre su presencia en la toma de decisiones del partido. Aznar ha sabido encontrar su sitio en un momento muy complicado de transición, y eso hay que reconocerlo como un gesto novedoso y desconocido en la política española.
 
La ausencia del presidente Aznar, el pasado domingo, en el balcón de la calle Génova para celebrar el triunfo electoral de Esperanza Aguirre ha sido el ultimo ejemplo de su generosidad en la despedida. No quiso estar en una celebración que era suya, en unas elecciones que el también ha ganado y en las que ha colaborado como el primero para ese triunfo. Además, hay que recordar que las elecciones de la Comunidad de Madrid han sido una repetición de las pasadas del mes de mayo en las que Aznar todavía no había puesto en marcha el proceso de sucesión. Aznar tenia todo el derecho para estar el domingo en Génova, pero no quiso estar. Ese gesto es un gesto de grandeza por su parte, pero también es una llamada de atención a los suyos: "tenéis que vivir y que sobrevivir sin mi liderazgo".
 
Ese es el gran reto de los populares después de las elecciones del mes de marzo, ese es –como decía– el interrogante que queda por resolver. Mariano Rajoy ha aterrizado en el liderazgo del Partido Popular de la mano de Aznar. El nuevo secretario general de los populares puede realizar un balance positivo en estos dos meses al frente del Partido Popular; pero ¡cuidado!, que la cuestión que aquí se plantea es algo diferente. Rajoy lo esta haciendo bien, pero la pregunta, por el momento sin respuesta, es cómo reaccionará el Partido Popular cuando ya no sienta el liderazgo y la dirección de José Maria Aznar. El actual presidente del Gobierno ha ejercido lo que se cataloga en política como un "hiper-liderazgo". Aznar recompuso, renovó y rehizo un Partido Popular que recibió como una herencia complicada. Al cabo de los años ha sabido tener un control absoluto sobre la maquinaria popular que funcionaba al milímetro, en estos momentos el Partido Popular no se entiende sin José Maria Aznar y eso en el futuro puede pesar mucho.
 
Aznar se ha sabido ir de la política, es mas, esta sabiendo ejecutar la transición con una gran inteligencia. Por su parte Rajoy esta respondiendo con prudencia y cautela, trabajando a medio plazo y con el viento a favor por el permanente despiste socialista. Pero todo eso no es suficiente. Ahora el PP deberá vivir sin Aznar, deberá saber afrontar los problemas sin Aznar, deberá gobernar sin Aznar y lo que es mas importante: deberá ganar sin Aznar. La ausencia el domingo del actual presidente del Gobierno del balcón de la calle Génova tuvo un claro mensaje interno: "esta vez hemos ganado con Aznar, la próxima vez será sin el, y entonces sí será la hora de la verdad".
 
El pasado domingo la ausencia del presidente Aznar en las celebraciones del triunfo electoral fue el gesto mas claro hasta ahora de la nueva orfandad de los populares. Vivir sin Aznar se puede hacer, pero ganar sin Aznar es la verdadera revalida. Cuando el Partido Popular gane unas elecciones sin Aznar, entonces habrá terminado el proceso de la sucesión.

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