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Ignacio Villa

Se quema ZP

Estos doce meses han sido malos, pero pueden ser un juego ante lo que se nos puede venir encima. En todo caso ZP se está quemando antes de lo previsible

Al Gobierno Zapatero se le acaba por momentos el credito y también el oxígeno. Un año ha sido suficiente para dejar en evidencia los errores y la pobreza en la gestión. Ciertamente, el panorama es lastimoso y preocupante.
 
Para empezar, las encuestas –las del CIS– nos han dejado los primeros datos que supongo en Moncloa no han podido sentar nada bien. Y es que la popularidad de Rodríguez Zapatero ha bajado estrepitosamente. Y eso que la mayoría de los medios de comunicación ríen las gracias del presidente del Gobierno. No deja de ser llamativo que con las críticas de unos pocos medios, el presidente del Gobierno perciba el desgaste de la inutilidad.
 
Los asesores de Zapatero deben de comenzar a preocuparse. Al Gobierno se le ha acabado ya el programa electoral. Este jueves se ha aprobado en el Congreso el divorcio-exprés y el matrimonio homosexual, se ha derogado el Plan hidrológico y se ha despenalizado la posibilidad de que Ibarretxe convoque un referéndum en el País Vasco. Después de todo habrá que echarse a temblar, puesto que se les ha acabado el entretenimiento y, aburridos los socialistas, podemos esperarnos cualquier barbaridad. Eso sí, siguen y siguen a vueltas con la guerra civil con el objetivo claro de remover –desde los cimientos– cualquier atisbo de la transición.
 
Con este panorama –que no está nada mal– Zapatero ha montado una buena en el País Vasco. Con la relegalización de los terroristas, la destrucción del Pacto Antiterrorista y la inutilización de la Ley de Partidos. Zapatero esta jugando con fuego en el País Vasco. Mucho riesgo con los terroristas. Y eso es peligroso para todos. También para él, que aunque se lo crea, no está por encima del bien y del mal.

Un año ha sido suficiente para que a este Gobierno se le acabe la gasolina. Tanta impostura, tanta artificiosidad, tanta falsedad, tanto sectarismo, tanta torpeza y tantas malas artes no pueden acabar bien. Y lo más grave es que han quemado el programa de Gobierno improvisado el año pasado. Estos doce meses han sido malos, pero pueden ser un juego ante lo que se nos puede venir encima. En todo caso ZP se está quemando antes de lo previsible.

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