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Ignacio Villa

Terminaron las “prácticas”

La vuelta de Francisco Camps a Valencia cuando estaba perfectamente asentado en Madrid como Vicepresidente primero del Congreso no puede pasar inadvertida a cualquier observador de la vida política. Camps tomará posesión el martes, en el Palacio de La Moncloa, de su nuevo cargo como Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Concluye de esta forma su periplo por Madrid, que arrancaba en el Ministerio de Administraciones Públicas en enero de 1999, todavía en la primera legislatura, como Secretario de Estado. En el año 2000, fue elegido diputado nacional y nombrado Vicepresidente primero del Congreso. Su carrera política, de forma inevitable, se ha proyectado siempre bajo el paraguas de las influencias de Eduardo Zaplana. Y ahora vuelve a su tierra, con experiencia política e institucional adquirida en Madrid, y de nuevo de la mano del presidente de la Comunidad de Valencia.

En esta historia no hay casualidades, más bien lo contrario. Encontramos un diseñado proyecto de “currículo” para, después de pasar por Madrid, volver a una comunidad autónoma donde tiene todas las papeletas para ser el sucesor de Eduardo Zaplana en un futuro más o menos cercano. En esta cuidada trayectoria no hay casualidades, como tampoco fue un lapsus del presidente Aznar cuando durante el Congreso Nacional del PP, el pasado mes de enero, leyendo la lista de la ejecutiva nombrada por él, al llegar a su nombre rompió el protocolo y le llamó con un cariñoso “Paco” Camps. Estas familiaridades del presidente siempre recogen algún tipo de complicidad.

En fin, con la vuelta de Camps a territorio valenciano va a comenzar sin duda la vuelta de muchos nombres con futuro del PP a sus lugares de origen después de los respectivos rodajes en la Administración central y en las cercanías del Gobierno. Con este nombramiento, simbólicamente comienza la toma de posiciones de muchos nombres que se han mantenido en segunda fila durante las dos primeras legislaturas, pero que en breve tendrán que pasar al protagonismo. En este mismo sentido hay nombres como Mercedes de la Merced, Gabriel Elorriaga, Ignacio Echániz y Ana Pastor, por citar algunas de las posibilidades más llamativas. Son protagonistas políticos que deberán dejar el anonimato de los equipos próximamente.

Desde este momento, podemos decir que se acabaron las “prácticas políticas” para una generación que todavía tiene que explotar. Les va a llegar el momento de la responsabilidad en vísperas de la transición sucesoria en el PP. Se inicia, por tanto, un momento complicado entre los populares. En el horizonte, la sucesión; y en el primer plano, un cambio generacional que va a marcar el perfil político del PP durante las próximas legislaturas. Este cambio ha comenzado ya. Y de su éxito dependen muchas cosas.

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