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Ignacio Villa

Un Estatuto que entierra el futuro

Después de la campaña vivida en Cataluña estas últimas semanas tenemos el ejemplo más claro de lo que quieren para el futuro

El domingo es la fecha elegida para el referéndum sobre la reforma del Estatuto de Cataluña El 18 de junio, una fecha que va a marcar –sin duda– un cambio de ritmo en la presente legislatura. Estamos ante el inicio efectivo del cambio de régimen diseñado por Rodríguez Zapatero. Un cambio que se inicia formalmente en Cataluña y que va a continuar por Andalucía, Canarias y Galicia con el País Vasco como referencia obligada. Después del Estatuto catalán ya se podrá publicitar sin tapujos la rendición del Gobierno ante los terroristas.
 
Llevamos muchos meses soportando una propaganda oficial, orientada a convertir en una cuestión "normal" una reforma que sólo se explica desde la  irresponsabilidad sin límites por parte de Zapatero. Que nadie se engañe, nos encontramos ante una situación de emergencia nacional, sin matices, sin reservas y sin explicaciones. La reforma del Estatuto catalán y la rendición ante los terroristas forman parte de un paquete de destrucción de la actual España constitucional. Un plan que el presidente del Gobierno está ejecutando con una frialdad calculada y con una maldad no conocida.
 
Además, no podemos tampoco acostumbrarnos a las siguientes realidades. El texto del nuevo Estatuto catalán es intervencionista al máximo, pretende controlar al detalle la vida de los catalanes y busca la fiscalización de la sociedad. Es un ataque directo a la libertad y a los principios básicos de la democracia. Es un recorte drástico de la privacidad de los catalanes. Es una unificación soviética de Cataluña, por encima de principios y diversidades. Los mismos que hablan hasta el extenuación de la España plural, luego aplican sin vacilaciones el pensamiento único a toda una sociedad.
 
Cataluña, el próximo domingo va a dar una paso atrás. El domingo entra en un túnel de desastroso desenlace. Se va a ejecutar una ruptura que ahora intentan dibujar pequeña y que en muy poco tiempo se va a percibir como definitiva. Después de la campaña vivida en Cataluña estas últimas semanas tenemos el ejemplo más claro de lo que quieren para el futuro. Un futuro de exclusión, de insultos, de persecución para los que piensan diferente. Y, no lo olvidemos, es la Cataluña del Carmelo y del 3 por ciento, la misma que apuesta ahora por la ruptura. Zapatero que dice querer a Cataluña, está enterrando el futuro de toda una sociedad.

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