La historia de los españoles detenidos en Chad ha terminado felizmente con la liberación de los tres últimos miembros de la tripulación del avión. Lo que no ha tenido un final tan feliz ha sido el lamentable espectáculo ofrecido por la diplomacia española, que se ha convertido en manos de Zapatero y Moratinos en objeto de mofa en todo el mundo.
El esperpento interpretado por Moncloa y Exteriores, por Moraleda y Moratinos, es la demostración más clara de las mentiras de un Gobierno que no sabe por dónde le da el aire. Es más, mienten descaradamente y se creen que los ciudadanos tragan con todo. El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León ha volado este viernes a Chad a la búsqueda desesperada de una fotografía de la liberación de los españoles allí detenidos. La humillación que han tenido que tragarse cuando el presidente Nicolas Sarkozy trajo a las cuatro azafatas, junto a las oleadas de críticas provocadas por la ineptitud del Gobierno español, han provocado esta reacción del Ejecutivo que, una vez más, ha quedado en el más soberano de los ridículos.
El Gobierno de Chad no ha dejado aterrizar a Bernardino León en su territorio hasta que los tres tripulantes españoles no han sido liberados para evitar la utilización política de esa decisión. Mientras, nuestro Gobierno ha intentado vender que el aterrizaje en Níger del avión oficial español se debía a motivos técnicos y al respeto institucional; luego han dicho que la liberación ha sido el resultado de una diplomacia callada y más tarde se ha sabido que la negativa del Gobierno del Chad a negociar ha sido absoluta. Y entonces, como siempre, el ministro Moratinos se ha dedicado a intentar justificar su completa ineptitud mediante ataques e insultos contra el Partido Popular y contra José María Aznar, que hace días fue muy claro calificando la actitud de Rodríguez Zapatero respecto a este asunto.
La verdad es que las aventuras del Chad nos recuerdan, salvando las distancias y los motivos, a las de la época del felipismo, especialmente a la de Luis Roldan y el capitán Khan en Laos. Todo falso, surrealista, patético y siniestro. Lo sucedido en el Chad ha sido muy grave. Había media docena de españoles que se estaban jugando la vida y el Gobierno español ha demostrado que no tiene capacidad de reacción, que es incapaz de defendernos fuera de nuestras fronteras y que nos ha convertido en el hazmerreír del mundo.
Estamos ante un Gobierno completamente inepto. Nada de lo que se traen entre manos deja de convertirse en problema. Son un auténtico desastre. Y claro, para ocultarlo, se pasan el día contando mentiras, tralará.
