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Ignacio Villa

Zapatero entrega la iniciativa a los terroristas

Todos aquellos que defienden el Estado de Derecho, un requisito imprescindible en un demócrata, se han convertido en los enemigos de la paz; una paz mentirosa que no es otra cosa que la cesión cobarde de los derechos de todos los españoles.

Rodríguez Zapatero se he entregado a fondo en una estrategia que dinamita todo principio democrático. Ahora resulta que media España, la que se posiciona electoralmente detrás del Partido Popular, y otros muchos que votan al PSOE no quieren la paz por el simple motivo de no querer rendirse ante los terroristas. Dos meses y medio después del alto el fuego etarra, es ya evidente para todos que éste no es más que un simple gesto para facilitar que la rendición del Gobierno socialista se pueda ejecutar hasta sus últimas consecuencias. Pero precisamente ahora es el momento de recordar aquellas primeras semanas de "entusiasmo obligatorio" en las que había que estar dando saltos de alegría de forma permanente, ante un alto el fuego que era el resultado de un pacto entre Zapatero y los etarras; y que con el paso de las semanas se ha ido concretando en una venta de nuestras libertades.

El presidente del Gobierno ha embarcado a España hacia una situación que ni la mente más retorcida podía haber imaginado, en la que los etarras son los buenos y Otegi es el interlocutor para la paz. Y todos aquellos que defienden el Estado de Derecho, un requisito imprescindible en un demócrata, se han convertido en los enemigos de la paz; una paz mentirosa que no es otra cosa que la cesión cobarde de los derechos de todos los españoles.

Zapatero se está dejando llevar por los objetivos y las exigencias de una banda terrorista que, hasta el momento, no ha manifestado ninguna intención de abandonar las armas. Su Gobierno ha cedido todo el terreno posible, ha regalado el futuro a cambio de nada. Nadie en ETA-Batasuna ha apuntado la más mínima pista que indique un abandono definitivo de las armas. Es verdad que algunos se preguntan qué sucedería si lo hicieran en los próximos días. ¿Facultaría eso al Gobierno para decir que el objetivo está cumplido y que por lo tanto su estrategia está dando los frutos esperados? Pues aunque desde ETA y su entorno se hiciera algún tipo de declaración en esa dirección, no cambiaría nada en lo sustancial. Y es que Zapatero ha cedido toda la iniciativa a los terroristas; cuando eso se hace en política y se hace desde un Gobierno democrático se está cometiendo una de las mayores irresponsabilidades de un gobernante. Nadie nos puede engañar. A estas alturas del partido una declaración de los etarras sería simplemente un maquillaje para este proceso de rendición. La entrega ya ha comenzado.

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