Menú
Ignacio Villa

ZP descuadra las cuentas que Solbes trata de maquillar

Por primera vez desde el año 78, estos Presupuestos aterrizan en el Congreso sin ningún margen de credibilidad política

Por primera vez –posiblemente desde la llegada de la democracia– los Presupuestos Generales del Estado son puro humo. Las cuentas de 2006 presentadas por el Vicepresidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados son una auténtica "filfa". No por una cuestión personal del propio Solbes, simplemente porque no recogen las variables previsibles en caso de que la reforma del Estatuto catalán salga adelante gracias a las artimañas del presidente Zapatero.
 
Dicho de otra forma Solbes ha presentado unos presupuestos –poco solventes en el fondo– pero constitucionales en la forma. Algo que no cuadra con el objetivo de Zapatero de romper la actual dinámica constitucional con la aprobación del nuevo Estatuto catalán. Los presupuestos de Solbes son constitucionales cuando las previsiones políticas señalan el camino contrario. Es decir, este martes hemos asistido en el Congreso de los Diputados a la penúltima ceremonia de la confusión diseñada por un Gobierno desorientado en su trabajo y desbocado en la gestión. Las cuentas de Solbes son, pues, unas cuentas construidas sobre una realidad que el mismo Gobierno piensa destruir, por lo que su valor real es nulo.
 
La realidad es que sí Zapatero se sale con la suya, el nuevo Estatuto catalán va a poner patas arriba toda la política económica, todo el sistema fiscal, la seguridad social y la fórmula actual de financiación autonómica. Es decir, una realidad que nada tendrá que ver con lo que en estos momentos tenemos entre manos. Con este planteamiento se hace evidente que Pedro Solbes se ha limitado a cubrir un expediente con muy pocos visos de realidad; siempre y cuando el presidente del Gobierno mantenga sus intenciones con el nuevo Estatuto catalán.
 
Por primera vez desde el año 78, estos Presupuestos aterrizan en el Congreso sin ningún margen de credibilidad política. Las cuentas contantes y sonantes, quizá con poco tino, pero mal que bien pueden cuadrar sobre el papel. Donde no cuadran es con la realidad política. Una vez más Solbes va por un camino muy lejos de los objetivos de su Gobierno. El Vicepresidente económico vive enterrado en un entorno que no se corresponde con lo que está pasando en La Moncloa. Quizá en su despacho del Ministerio puede cumplir con una ortodoxia económica –más que discutible– pero en Moncloa las cosas son bien diferentes. Y es que Zapatero descuadra las cuentas que Solbes intenta maquillar. ¡Un desastre!

En Libre Mercado

    0
    comentarios