Menú
Isabel Durán

El pastelón de ZP

España es ahora paraíso de comisionistas de antiguo y nuevo cuño, de la izquierda totalitaria revestida de progresía que se levanta cada mañana con ganas de fusilar a dos o tres y, lo que es peor, el nirvana para terroristas vascos o islámicos.

Felipe González Márquez convirtió España en una nación donde la corrupción, el amiguismo y el tráfico de influencias eran el salvoconducto de los hombres y mujeres del puño y de la rosa. Los "cien años de honradez" se convirtieron en trece de pelotazos y terrorismo de Estado, en el saqueo institucionalizado de los fondos públicos, en el expolio de la Cruz Roja y en la creación de un cuerpo policial de "patas negra" al servicio de los más oscuros intereses del poder. José Luis Rodríguez Zapatero aún no ha terminado su legislatura –primera y última, esperemos– y ha convertido a su predecesor monclovita compañero de partido en una hermanita de la caridad.

Con el descubrimiento por el diario El Mundo del "mejor pastel de la historia de Ibiza", donde el PSOE se embolsa 1,5 millones de euros a cambio de la concesión urbanística a una de las empresas comisionistas de la etapa de González, se pone de manifiesto la verdadera cara del socialismo heredero de Pablo Iglesias, el que "va a más", y nunca mejor dicho. España es ahora paraíso de comisionistas de antiguo y nuevo cuño, de la izquierda totalitaria revestida de progresía que se levanta cada mañana con ganas de fusilar a dos o tres y, lo que es peor, el nirvana para terroristas vascos o islámicos.

Rodríguez predica pobreza con Gamoneda, pero viaja en avión oficial de compras a Londres con la parienta, la suegra y las niñas. Claro que se trata de su poeta de cabecera, nombrado Premio Cervantes gracias a su vinculación con la logia masónica en la que se inició como aprendiz el abuelo, el célebre ya capitán Lozano, y para el Presidente, la solidaridad, el amor y la luz a la que "todos tenemos derecho" empiezan por uno mismo y los suyos. Una pobreza a base de comilonas por 250.000 pesetas para dos comensales, sin contar los picos pardos.

Menudo pastelón el de los Garzón, los Conde Pumpido, los Bermejo, los Arenillas o los Pepiños y el resto de los ilustres representante de la progresía de salón que empieza de nuevo con Ciempozuelos o Ibiza y acaba por situar a los terroristas en el poder municipal y autonómico de la mano del presidente de la gran revancha.

En España

    0
    comentarios