El presidente del Gobierno español y las más relevante figuras del PSOE, barones incluidos, están haciendo todo lo posible para que el próximo domingo 20 de febrero los españoles digan un no, con mayúsculas, en el referéndum sobre la llamada Constitución Europea. Primero fue José Borrell, después ZP con su aliado estratégico promarroquí de la derecha francesa, Jacques Chirac, y ahora Rodríguez Ibarra.
El presidente del Parlamento europeo, abanderado del populista y demagógico antiamericanismo barato socialista, pretende que los españoles depositen su voto favorable para contrarrestar el exceso de poder de USA. “No vamos a dejar que Europa sea la Atenas de Washington” ha dicho Borrell. Pues que se vaya yendo porque, por suerte para ellos, todos los socios de relevancia de la UE, -salvo España debido a la deslealtad de ZP con los valores democráticos occidentales- están en la agenda de Bush y Rice.
Y es que la prometida vuelta al corazón de Europa por ZP se ha revelado como una vergüenza nacional. Una ofensa en toda regla. La significación de un país en estado de cero a la izquierda (y nunca mejor dicho). Plantón de los líderes europeos acosados del virus de la gripe-disculpa en el que iba a ser el primer macro mitin europeo a favor del sí. El fotopresidente ZP se quedó colgado del Carmelo con la foto fija que revela la verdad de su Gobierno: falta de credibilidad y de respeto y, por toda compañía, a quien prefiere sin dudar a Mohamed VI en su ataque contra España.
