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Jaled Abu Toameh

Los líderes palestinos prometen un año de violencia y muerte

Tras no ser capaces de ofrecer a su pueblo esperanza de futuro alguna, ahora Fatah y Hamás dicen a los palestinos que deben esperar más violencia y sangre.

Tras no ser capaces de ofrecer a su pueblo esperanza de futuro alguna, ahora Fatah y Hamás dicen a los palestinos que deben esperar más violencia y sangre.

Tras no ser capaces de ofrecer a su pueblo esperanza de futuro alguna, ahora Fatah y Hamás dicen a los palestinos que deben esperar más violencia y derramamiento de sangre en 2016.

En sendos mensajes dirigidos a los palestinos la víspera de Año Nuevo, ambas facciones rivales prometieron proseguir, incluso incrementar, la resistencia mediante ataques contra Israel. Ni que decir tiene que dichos mensajes no contenían referencia alguna a la paz, la coexistencia o la tolerancia.

En vez de desear a los palestinos un feliz y próspero Año Nuevo, tanto Fatah como Hamás piden a sus compatriotas de la Franja de Gaza y la Margen Occidental que se preparen para un aumento de la violencia y de los ataques de resistencia contra Israel. Ambos partidos no tienen nada que ofrecer a su pueblo, salvo más desesperación y derramamiento de sangre.

Al parecer, Hamás, que lleva en el poder en Gaza desde hace al menos 10 años, incluso estaría preparando una nueva oleada de atentados suicidas contra israelíes. La última vez que lanzó este tipo de ataques contra Israel fue durante la Segunda Intifada (2000-2005), que trajo consigo caos y destrucción para los palestinos.

Diversos informes sugieren que Hamás estaría considerando activar sus células durmientes en la Margen Occidental como preparación para reanudar los atentados suicidas contra israelíes. Según dichos informes, el movimiento islamista también estaría planeando atacar a figuras destacadas de la política y las fuerzas de seguridad israelíes.

Husam Badran, un alto cargo de Hamás en la Franja, ha pintado un sombrío panorama de lo que aguarda a los palestinos en 2016. En un mensaje dirigido a sus compatriotas, Badran anunció que la actual oleada terrorista, a la que se refirió como "la Intifada de Al Quds", aumentaría de intensidad este año. También apuntó a que Hamás estaría considerando reanudar los atentados suicidas contra israelíes:

El año 2016 será testigo del desarrollo y la escalada de la intifada y de las operaciones de resistencia en todas sus formas.

Su mensaje, como los de muchos cargos de Hamás, no incluía referencia alguna a las duras condiciones de vida de los palestinos gobernados por Hamás en Gaza. Cuando Badran y otros dirigentes del movimiento islamista hablan de desarrollar "la resistencia en todas sus formas" contra Israel, en realidad se refieren a los planes de lanzar atentados suicidas y otros ataques contra israelíes.

Los mensajes de Año Nuevo de Hamás no brindan a los palestinos de la Franja ninguna clase de esperanza de que sus dirigentes estén actuando para acabar con su miseria y desesperación. No hay promesa alguna de que se vaya a ayudar a resolver los problemas de pobreza y desempleoexistentes en el enclave, ni de que se vaya a contribuir a solucionar la crisis con Egipto, que ha traído consigo el cierre del paso fronterizo de Rafah durante la mayor parte de 2015.

Y si no bastara con todo ello, la semana pasada Hamás prohibió a los gazatíes celebrar la Nochevieja. Los agentes de seguridad del movimiento islamista palestino advirtieron a los propietarios de hoteles y restaurantes que no celebraran fiestas de Nochevieja, con el argumento de esa costumbre "es ajena a nuestras tradiciones y valores y va en contra de las enseñanzas del islam". Hamás justificó la prohibición diciendo que los palestinos de la Franja de Gaza deberían mostrar solidaridad con sus hermanos de la Margen Occidental, que están librando una campaña de apuñalamientos y atropellos contra los israelíes desde comienzos de octubre.

Al prohibir las celebraciones de Nochevieja, Hamás sigue el ejemplo de otros grupos islamistas, como el Estado Islámico, que han calificado dichas fiestas de antiislámicas. Consideran que forman parte de la misma cultura occidental que pretenden reemplazar por el islam radical y la sharia.

Hamás no puede tolerar escenas de palestinos que se alegran y celebran la llegada de un nuevo año. No quiere ver cómo los jóvenes disfrutan en restaurantes, cafés y hoteles. En cambio, quiere que se incorporen a sus filas y se preparen para la yihad contra Israel. Hamás prefiere ver a los jóvenes palestinos en uniforme de combate y llevando armas; quiere que en vez de celebrar y disfrutar se dediquen a excavar más túneles bajo las fronteras de Gaza con Israel y Egipto.

De manera análoga, la facción de Fatah que gobierna la Margen Occidental y a la que pertenece Mahmud Abás, que esta semana celebró el 51 aniversario de su primer ataque armado contra Israel, espera que en 2016 haya más violencia. Varios dirigentes y grupos de la facción celebraron el aniversario prometiendo aumentar la resistencia contra los israelíes e instando a los palestinos a unirse a la lucha contra Israel.

El brazo armado de Fatah, la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, utilizó la ocasión para lanzar otra amenaza de ataques terroristas contra los israelíes: "Seguimos comprometidos con la opción de una lucha armada", escribió el grupo en un panfleto repartido en la Margen Occidental. "Seguiremos el camino de los mártires hasta la liberación de toda Palestina".

El presidente Mahmud Abás, que también es el líder de Fatah, tampoco tuvo nada que ofrecer a su pueblo en la víspera de Año Nuevo, aparte de más mensajes de odio y desafío a Israel. En un mensaje dirigido a su pueblo, Abás volvió a justificar la actual oleada de violencia con el argumento de que es "el resultado de la continuada ocupación y de los asentamientos, y de la profanación de nuestros lugares santos". Y añadió:

Nuestro pueblo no capitulará, no se rendirá ni aceptará la humillación.

Mientras Abás se dirigía a su pueblo, palestinos enmascarados atacaron diversos restaurantes y locales de Belén en los que estaba previsto que se celebraran fiestas de Nochevieja. Según diversos testigos, los enmascarados abrieron fuego contra los restaurantes, los locales y varios vehículos para impedir que los palestinos celebraran la fiesta. Los asaltantes, declararon los testigos, pertenecían a Fatah, no a Hamás.

Los dirigentes de Fatah y de Hamás han demostrado una vez más que no tienen nada que ofrecer a los palestinos aparte de violencia, destrucción y muerte. Estos líderes quieren que su pueblo mantenga un espíritu combativo para proseguir la lucha contra Israel. Así las cosas, el 2016 no parece muy prometedor para los palestinos bajo el actual liderazgo de Fatah y Hamás.

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