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Debate de investidura

Crónica de ambiente

ZP bendice a las fuerzas de la Cultura

Libertad Digital (I. M.) “Ha sido un gran error político del PP”, comentó en declaraciones a Libertad Digital un destacado miembro del PSOE. Se refería a las protestas emanadas desde las bancadas populares cuando el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero pronunció estas palabras: “Velaremos para que el producto del genio y del talento de nuestros cineastas, de nuestros músicos, de nuestros artistas”. Si el nivel de murmullos y protestas se intensificó en las filas del Partido Popular, los aplausos del PSOE, a los que se sumaron los de Izquierda Unida y los de ERC, compensaron las protestas de los parlamentarios del PP.
¿En las protestas del PP tendrán algo que ver ‘actitudes’ como la del cineasta Pedro Almodóvar y su insinuación de “un golpe de Estado” por parte del PP ante las elecciones del 14-M? A esto en concreto no responde el citado dirigente socialista, pero apunta: José Luis Rodríguez Zapatero hablaba en términos generales de la importancia de estimular la creatividad de los artistas, de los cineastas, e insiste en que es un error. Esta teoría la avala otro parlamentario socialista, entre el tumulto de los pasillos del Congreso, con idéntica expresión: los murmullos han sido “un gran error político”.
Probablemente, en la memoria parlamentaria de los diputados del PP quedaban aún posos frescos de las pancartas de los actores, en la tribuna de invitados, exhibiendo camisetas con el “No a la guerra”. Las llevaban bajo la ropa Aitana Sánchez Gijón, Juan Echanove, Pilar Bardem, Ana Belén o María Barranco en aquel pleno del 5 de febrero del pasado año, mientras José María Aznar explicaba las razones de su Gobierno para secundar la posición de Estados Unidos en el conflicto.
O cuando en la ceremonia de entrega de los Premios Goya, se había visto por vez primera la pegatina en fondo negro con el lema “No a la guerra”. Pero más recientes han sido las declaraciones del cineasta Pedro Almodóvar, por las que luego se disculpó ante los votantes del PP –estrenaba película–, del “golpe de Estado” que planeaba el PP ante las elecciones generales del 14-M.
Fuentes del PP consultadas al respecto se han limitado a restar importancia a las protestas que surgieron desde sus escaños. “Los murmullos son murmullos y no hay que darle demasiada importancia. Pero ya hablaremos de la política cultural y cinematográfica que va a impulsar el PSOE”. Así lo lanzó y ahí dejó la cosa. Por el momento.
Del ímpetu de Aznar a la promesa de Bono
En el capítulo de las anécdotas hay que mencionar la llegada de José María Aznar al Congreso, poco antes de las once de la mañana, hora en que comenzaba la sesión de investidura de Zapatero. Con tal ímpetu el coche oficial acercó a Aznar hasta la Carrera de San Jerónimo que el automóvil derribó la moto del escolta. Momentos después entró en el hemiciclo escoltado por Javier Arenas, Eduardo Zaplana y José María Michavila.
Llegaron después Francisco Álvarez Cascos, más delgado, y el futuro ministro de Defensa, José Bono, con diez minutos de retraso. Reacio a hacer declaraciones, pronunció al término de la intervención de Zapatero su ya famosa frase: “Tengo una promesa con la virgen de Cortes y no hago declaraciones hasta que tome posesión”.
Los de Convergencia i Unió llegaron todos juntos. Quien estuvo solo, escuchando a Zapatero desde su silla de ruedas fue el diputado del PP por Toledo, Francisco Vañó, en la parte inferior de la cámara, junto a la tribuna de fotógrafos, en vez de subir a su escaño, cosa que sí hizo al reanudarse al sesión, la tarde del jueves. Y la ex presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, atravesó el pasillo sin avalancha alguna de periodistas. Como una diputada más.
Humor ZP vs humor gallego
El cara a cara Zapatero Rajoy se desarrolló, en general, con un tono cordial y salpicado de algunas notas de humor. Como cuando el líder socialista se “comprometió” en su discurso a que él no llamaría “insolvente” al líder del PP, Mariano Rajoy. Así que éste le replicó, con su habitual humor gallego que tal decisión era adecuada porque “es una muestra de respeto a la verdad”. Risas y aplausos desde las filas del PP. Hasta Aznar, no muy dado a la expresividad en sus gestos, sonrió ante la ocurrencia. Y dio la mano a Rajoy para felicitarle por su intervención. Gesto que selló, de alguna manera, el traspaso definitivo del poder en el PP.contador_inc.php3?id=20040415_210_2

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