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John F. Stossel

Fanáticos religiosos

Puede que esto suene como prueba sólida de que había linces canadienses en la zona, pero en realidad, los funcionarios fueron al zoo, tomaron muestras de pelo del lince cautivo, y enviaron los pelos al laboratorio para ser analizados.

La cobertura mediática de los reguladores medioambientales les hace parecer científicos neutrales. Pero con demasiada frecuencia son fanáticos religiosos.

Hace años, cuando granjeros y ganaderos me decían que las agencias regulatorias medioambientales del gobierno habían sido tomadas por fanáticos tan hostiles a la idea de propiedad privada que utilizarían la ley de especies protegidas para expulsar de su tierra a todo propietario, pensé que exageraban un poco. Después conocí la historia del lince.

Miles de linces viven en Norteamérica, pero puesto que los funcionarios medioambientales no estaban seguros de si había alguno en los bosques nacionales de Gifford Pinchot o Wenatchee, en el sur del estado de Washington, encargaron un estudio de un millón de dólares para averiguarlo.

El descubrimiento de especies amenazadas o en peligro de extinción sería una noticia aterradora para granjeros y ganaderos, que dependen del uso de la tierra para su sustento. El defensor de los derechos de la propiedad Mike Paulson nos dijo: "Básicamente, lo que les decimos es que si hay especies en peligro de extinción en su área, vamos a quitarles su sustento, destruir sus comunidades y hacer muy difícil que sus familias sobrevivan". La ley de especies protegidas ha sido utilizada para impedir talas, retirar derechos de uso del agua e impedir multitud de proyectos de construcción y desarrollo.

Yo también quiero salvar especies protegidas, pero se supone que el gobierno protege los derechos de la gente, no destruye sus vidas porque animales en peligro de extinción puedan vivir en su área.

Para su estudio en el estado de Washington, los biólogos gubernamentales clavaron trozos de velcro humedecidos con menta en los árboles, esperando que el lince se frotase contra ellos y dejara algo de pelo - prueba de la existencia del lince en esta zona particular. Como era de esperar, cuando los biólogos enviaron las muestras de velcro al laboratorio, dieron positivo en pelos de lince de Canadá.

Puede que esto suene como prueba sólida de que había linces canadienses en la zona, pero en realidad, los funcionarios fueron al zoo, tomaron muestras de pelo del lince cautivo, y enviaron los pelos al laboratorio para ser analizados.

Los biólogos solamente admitieron haber falsificado las pruebas cuando fueron descubiertos. El engaño no sorprendió a Jim Beers, biólogo del Departamento de Pesca y Vida Salvaje durante treinta años.

Me dijo que los biólogos de Pesca y Vida Salvaje hacían campaña para sacar a la gente de las zonas forestales. "Las agencias hoy", decía, "están repletas de activistas medioambientales radicales". Y los activistas-burócratas no quieren que la gente viva en los bosques.

Una vez sorprendidos con las manos en la masa, los biólogos anunciaron que no estaban intentando engañar, simplemente intentaban "poner a prueba" al laboratorio con el fin de asegurarse de que podía detectar pelo de lince enviando una muestra "de control". Beers decía: "eso es lo mismo que te sorprendan saliendo del banco con dinero y decir, 'Oh, simplemente estamos comprobando si el sistema funciona aquí'".

Ningún biólogo fue despedido por el fraude del lince. Simplemente fueron objeto "de acción disciplinaria". Los fanáticos protegen a los suyos.

El autor de ciencia ficción Robert A. Heinlein escribía una vez: "Al declarar su amor a la presa construida por castores (levantada por castores para propósitos de los castores) y su odio a las presas construidas por los hombres (para los fines de los hombres) el 'naturista' revela su odio a su propia raza, es decir, su odio a sí mismo". La religión "naturista" que hoy llamamos "ecologismo", eleva toda forma de vida por encima de la vida humana. La Constitución fue redactada para proteger los derechos de los seres humanos a la vida, la libertad y la propiedad, pero el ecologismo dice que esos derechos tienen que estar subordinados a la protección de otras especies. Y los hombres y mujeres que dependen de su tierra para sustentarse tienen que vivir de la clemencia de los reguladores.

¿Cómo tomarían una agencia gubernamental bajo su control los fanáticos medioambientales? Bien, ¿quién es más dado a presentarse voluntario para desempeñar un trabajo en una burocracia que tiene poco de recomendable a excepción de que te da el poder de utilizar la fuerza gubernamental para controlar las vidas de otros? ¿Un científico neutral o un radical? En el gobierno, con el tiempo, los radicales toman el control.

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