Menú
Jorge Alcalde

La peor epidemia de ébola de la historia podría tener curación

En EEUU se habla de un suero misterioso, Zmapp, que podría haber sido usado para tratar enfermos estadounidenses con "espectaculares resultados".

En EEUU se habla de un suero misterioso, Zmapp, que podría haber sido usado para tratar enfermos estadounidenses con "espectaculares resultados".
Desinfectan a un miembro del equipo de desinfección en Liberia | EFE

El número de enfermos y fallecidos por culpa del virus del ébola en África Occidental empezó a multiplicarse de manera matemáticamente exponencial en junio. Hasta entonces, el brote de la enfermedad parecía uno más de los que se han venido produciendo periódicamente desde mediados de los años 70 del siglo XX. A partir de junio, podemos decir que nos encontramos en el peor ataque de ébola conocido en la historia de la humanidad.

Hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que el mal "se está expandiendo más rápido que nuestra capacidad para controlarlo". El presidente de Médicos sin Fronteras ha confirmado los temores: "la epidemia crece sin control".

No existe cura para el ébola, de manera que la única forma de contener su expansión es proteger a la población mediante medidas preventivas. Pero, para empeorar las cosas, por primera vez en la historia también, el personal sanitario (que se supone cuenta con las mejores medidas de precaución a su disposición) se ha visto masivamente afectado: más de 100 empleados médicos han caído enfermos ya.

La cepa Zaire del ebolavirus, la que ahora nos tiene en vilo, es la modalidad de ébola más peligrosa. Aunque hasta ahora su índice de mortalidad ronda el 50 por 100, los expertos saben que puede llegar al 90. Desde que una persona se infecta hasta que aparecen los primeros síntomas pueden pasar entre 15 y 21 días, suficientes para que el paciente viaje por todo el mundo antes de comenzar a tener fiebre. ¿Hace falta alguna razón más para la alarma? Pues aquí la tienen: un trabajo publicado en la revista Nature en 2012 sugería que el virus del ébola no solo puede transmitirse por contacto directo con los fluidos corporales de un enfermo sino que puede contagiarse por vía aérea en algunos casos. Al menos así se hizo entre monos y cerdos aislados y parece haberse también producido entre primates no humanos sin contacto entre sí.

El estudio sugiere que los cerdos presentan alguna peculiaridad fisiológica que favorece la expansión del virus por vía aérea. De momento, sólo si usted esta sentado cerca de un cerdo infectado debe estar preocupado. Pero recordemos que hace unos años varios granjeros en filipinas adquirieron en su sangre anticuerpos de la única variedad no africana del ébola (Ebolavirus Reston) a través de los cerdos que cuidaban y que la gripe porcina nos demostró lo fácilmente que una pandemia puede expandirse por el mundo a lomos del bello animal de la vista baja.

Por si la enfermedad que transmite el ébola no fuera suficientemente alarmante (fiebres hemorrágicas entre convulsiones y dolores musculares), las circunstancias especiales de este brote lo han convertido en asunto de máxima prioridad para medios y para instituciones sanitarias.

Nunca antes se había expandido tan al oeste de África, nunca antes había traspasado tantas fronteras, nunca antes había afectado a españoles, nunca antes habían pisado suelo estadounidense personas enfermas. Nunca antes....

No cabe duda, estamos ante un caso excepcional de epidemia de ébola, el momento en el que más cerca nos hemos encontrado de verlo convertido en pandemia: algo que los expertos siguen considerando altamente improbable, pero que parece haber dejado de ser imposible.

En medio de la alarma, cunden las informaciones colaterales que, como los daños de las guerras, terminan generando víctimas indeseadas. Los medios de Estados Unidos se hacen a día de hoy eco de tres supuestos viales cargados con un suero misterioso que abandonaron el país con dirección a Liberia hace unos días. Parece que se trata de tres dosis de Zmapp que han sido utilizadas para tratar a sendos enfermos estadounidenses sobre el terreno con "espectaculares resultados". El medicamento sólo había sido probado previamente en monos. Científicamente es un anticuerpo monoclonal, una sustancia obtenida de la sangre de ratones a los que se ha infectado previamente para que generen anticuerpos naturales. La Agencia para el Control de Amenazas de la Secretaría de Estado de Defensa acaba de aprobar una millonaria línea de financiación para la empresa que fabrica Zmapp. Pero, salvo que se declare un protocolo especial de emergencia, tendrán que pasar años hasta que la sustancia llegue al mercado (no se han realizado aún ensayos clínicos en humanos con ella).

¿Por qué es el ejército el que sufraga esta investigación? El ébola, como enfermedad endémica, afectará a unos cuantos miles de africanos. El pronóstico, por desgracia, no es suficientemente "atractivo" para los grandes inversores de la industria farmacéutica que no están dispuestos a gastar miles de millones de dólares en crear una cura para un mal que consideran demasiado improbable. Pero el gobierno de Estados Unidos tiene otra preocupación en mente: la posibilidad de que virus como éste puedan ser utilizados como arma bioterrorista. No en vano la ciudad de Nueva York puso en práctica esta semana el mayor simulacro de ataque biológico de su historia. ¿Es una casualidad que haya coincidido con el brote de ébola?

Sea como fuere, lo cierto es que la actual crisis puede tener como consecuencia una espectacular reactivación de la carrera para conseguir la cura definitiva del mal. La empresa canadiense Tekmira vio cómo crecía un 50 por 100 su cotización en bolsa hace unos días, después de que se rumoreara que los voluntarios estadounidenses tratados con el "suero misterioso" habían recibido un cóctel creado por ella bajo el nombre de TKM-Ebola. El dato se ha desmentido, TKM-Ebola no ha sido probado en humanos. De hecho, la FDA americana paró hace meses el primer ensayo clínico con la sustancia por ciertas dudas arrojadas sobre su seguridad. Pero eso fue antes del último brote de la enfermedad. De hecho muchos analistas han puesto ahora el foco en Tekmira como la empresa que cruzará antes que nadie la meta de la curación del ébola, cuando la epedimia siga creciendo y la urgencia del caso exija relajar los procedimientos para lograr en tiempo récord una solución. Veremos si tienen razón.

Temas

En Tecnociencia

    0
    comentarios