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Jorge Soley

'Impeachment' a Trump: atención a las consecuencias en el campo demócrata

El procedimiento de impeachment no solo no hará caer a Trump sino que, como algunos demócratas han apuntado ya, puede reforzarle.

El procedimiento de impeachment no solo no hará caer a Trump sino que, como algunos demócratas han apuntado ya, puede reforzarle.
El presidente de EEUU, Donald Trump | EFE

El impeachment lanzado contra Donald Trump, largamente anhelado por la izquierda estadounidense, va a marcar la precampaña electoral del intenso año que nos espera hasta las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.

La destitución de Trump es improbable: para ello sería necesario que el Senado, controlado por los republicanos, votara en ese sentido por una mayoría de dos tercios. O lo que es lo mismo, que una veintena de los 53 senadores republicanos votaran contra Trump, lanzando a los caballos al candidato de su partido a pocos meses del inicio de la campaña electoral. Posible pero altamente improbable, especialmente si consideramos que el nivel de popularidad de Trump entre los votantes republicanos sigue siendo alto y que, por otro lado, no se vislumbra ninguna figura alternativa con capacidad de sustituir a Trump y, más importante, derrotar al candidato demócrata. Sin nuevas y muy escandalosas revelaciones, el procedimiento de impeachment no solo no hará caer a Trump sino que, como algunos demócratas han apuntado ya, puede reforzarle, consolidando su imagen de hombre ajeno al sistema y perseguido por el "estado profundo", ayudando de este modo a movilizar a sus votantes.

La caja de Pandora abierta por Nancy Pelosi, presidenta del Congreso, relaciona a Trump con el nuevo presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a quien el presidente estadounidense habría presionado para que investigase y sacase a la luz los trapos sucios en Ucrania de su posible rival en las presidenciales, el antiguo vicepresidente con Obama, Joe Biden.

Pero poner el foco en Ucrania puede tener también un importante impacto en la carrera presidencial en el Partido Demócrata: en efecto, el hijo de Joe Biden, Hunter Biden, aceptó un puesto en el consejo de administración de Burisma, el gigante gasista ucraniano, y no es éste el único hecho incómodo para la candidatura de Biden que podría pasar a un primer plano. Remover la trama ucraniana puede debilitar la candidatura de Biden en el mismo momento que una de sus rivales, Elizabeth Warren, despega en las encuestas.

Curiosamente Warren comparte con Trump un abierto escepticismo hacia los beneficios del comercio internacional, apuesta por una mayor inversión en infraestructuras y mira con recelo la posición monopolista de los gigantes del negocio digital. Su posición muy crítica hacia China, en contraste con la complaciente de Joe Biden, también acerca a Warren a las políticas desplegadas por Trump. Una Elizabeth Warren que ha sido calificada como la candidata menos "market friendly" entre los que se disputan la nominación demócrata.

Empieza pues a no ser inconcebible un duelo entre Trump y Warren, un enfrentamiento histórico pues marcaría la primera vez en muchas décadas en la que, a pesar de las obvias diferencias entre ambos, los dos candidatos a la Casa Blanca defenderían un abierto proteccionismo muy alejado de las políticas de promoción del libre mercado y comercio que desde tiempos de Reagan habían sido mayoritarias en Estados Unidos.

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