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Jorge Valín

El Gobierno no puede ayudar a los hipotecados

Hacer una ley para omitir la nuestra responsabilidad solo hará aumentar nuestro inmadurez futura. Nos quejamos, y con razón, de que el Gobierno ayude a la banca, pero nos parece genial que nos suelte dinero por mil razones.

Desde que los comunistas (Izquierda Unida) plantearon saldar la deuda hipotecaria con las llaves de la vivienda –la dación en pago–, y tras los recientes casos de jueces que han permitido esta opción, el Gobierno se está planteando hacer algo con el preocupante tema de las hipotecas impagadas.

En otros países como en Reino Unido o Estados Unidos, el bien de la deuda responde por éste. No existe una garantía personal, sino sobre el bien hipotecado (la vivienda por ejemplo). En nuestro país nunca ha existido por un tema de costes. Un tipo de contrato hipotecario que contemple la dación en pago es más caro que una hipoteca personal porque tiene un mayor riesgo. España llegó a tener las hipotecas más baratas de Europa debido a que una gran parte de la sobreoferta monetaria del Banco Central Europeo (BCE) fue absorbida por nuestro país. Los bancos pensaban que las "hipotecas a la americana" serían como las hipotecas a tipo fijo, es decir, que nadie las contrataría. En la época de la expansión, la gente iba loca por el tipo de interés más pequeño. Ahora todos culpan al sistema y a la banca, pero la vorágine de entonces fue culpa de todos. Aunque el BCE tuvo especial culpa con sus políticas monetarias expansivas.

El mal está hecho. Una hipoteca (como cualquier préstamo) es un contrato que dos partes firman voluntariamente. Culpable fue la banca por asumir riesgos excesivos en pro de obtener mayor vinculación del cliente (que no margen, porque en aquel entonces habían hipotecas con pérdidas en algunas entidades), y culpable fue el hipotecado al pedir el 110% del valor de tasación de una vivienda, hacer lo inimaginable por aparentar más rentas de las que tenía promediadas al año, o simplemente creer que tal situación de abundancia no acabaría nunca.

Ante la actual situación, la pregunta es ¿qué puede hacer el Gobierno? Convertir todas las hipotecas para que admitan la dación en pago es un suicidio. Salgado y Zapatero han dicho que sería un duro golpe para la banca. No es cierto. Entre otras cosas porque lo acabaría pagando el Gobierno. Si el Gobierno ha salvado a todos las cajas y bancos inútiles, ¿cree realmente que dejará que estas entidades se coman el sapo de las hipotecas? Es más probable que mañana nos toque a todos la lotería. La banca no solo es un sector económico, sino un fuerte lobby abanderado por el Banco de España. Éste nunca va permitir que se ponga en riesgo a "sus bancos" sino sacan algo en beneficio.

Probablemente, si la dación en pago se llegara a permitir con hipotecas ya firmadas (eliminando la responsabilidad futura del art 1.911 del Código Civil en préstamos hipotecarios) significaría que el Gobierno lanzaría un fondo de salvamiento para la banca. Una especie de FROB II. Eso implica más deuda pública, más impuestos, más crisis y más pobreza a medio plazo.

¿Pero sacaría a la gente hipotecada de su calvario hipotecario? Solo a cuatro enchufados y gente que ni lo necesita. De hecho, el Gobierno creó un ICO para hipotecas en el 2008 que ha sido un fracaso absoluto. No se han llegado a aplazar ni 12.000 hipotecas cuando la propaganda del Gobierno hablaba de 500.000 hipotecas. Si el Gobierno, en un arranque electoralista, hace las modificaciones para permitir la dación en pago o cualquier otra herramienta que alivie de carga hipotecaria a la población, pasará lo mismo. Las restricciones serán tan fuertes que la gran mayoría de quienes las necesita se quedarán fuera y solo hará que recapitalizar al sector bancario a base de nuestros impuestos.

Todas estas ideas de bombero que piden grupos socialistas, comunistas o como se hagan llamar, nos demuestra la poca madurez política y económica que tiene el español medio. Muchos aún creen en la magia de las leyes, bondad de los gobernantes o incluso que la economía es un proceso metafísico donde está en plena lucha ente bien y el mal. No hay soluciones mágicas a nada. Sustituir los procesos de mercado por meras transferencias de capital obligatorias es lo que está llevando a este país a la ruina: ha creado una clase de parásitos profesionales que viven del Estado.

Hacer una ley para omitir la nuestra responsabilidad solo hará aumentar nuestro inmadurez futura. Nos quejamos, y con razón, de que el Gobierno ayude a la banca, pero nos parece genial que nos suelte dinero por mil razones. Esto es no saber de dónde sale el dinero. Sale de nuestros bolsillos, y no nos vamos a beneficiar nosotros, sino los rentistas gubernamentales de siempre y los lobbies que los acompañan. Por más que el Gobierno haga mil maniobras para "salvarnos", éste no puede hacer magia. Seguiremos siendo pobres. Lo único que hace el Estado es sacarnos el dinero con una mano y repartirse gran parte entre él y sus amigos para luego devolvernos la propina. Los políticos y los comunistas (IU) lo pueden llamar sistema del bienestar, "recuperación social" o como gusten, pero no deja de ser un robo y una tomadura de pelo.

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