Colabora
José García Domínguez

El separatismo catalán es un tigre de papel

Los separatistas hacen mucho ruido, muchísimo. Pero la evidencia estadística certifica que llevan ocho lustros estancados.

El presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès, en rueda de prensa. | Europa Press

Los nacionalismos y sus plasmaciones materiales últimas, todas esas comunidades imaginadas a las que llamamos naciones, son fenómenos esencialmente emocionales que siempre se tienden a analizar desde esa misma carga emocional que los caracteriza. De ahí que resulte tan conveniente dejar aparcados los sentimientos cuando, por ejemplo, se trata de entender la genuina potencialidad del independentismo catalán. Un movimiento, el del secesionismo presente en ese territorio, que sigue siendo único en toda Europa por su asombrosa capacidad de movilización de masas, algo que volvieron a demostrar, y por enésima vez, el pasado domingo.

Aceptemos que verlos ocupando las calles puede, según y cómo llegar a impresionar, pero lo que ya no impresiona tanto es analizar sus resultados electorales a lo largo de los últimos cuarenta años. Y es que los separatistas hacen mucho ruido, muchísimo. Pero, si se obvia toda esa estruendosa charanga polifónica, la evidencia estadística certifica que llevan ocho lustros estancados. Visto desde lejos, pongamos por caso desde Madrid, se tiende a compartir la impresión de que el independentismo ha mantenido una imparable tendencia creciente desde los años de la Transición. Pero eso resulta ser solo un espejismo. Simplemente, no es verdad que haya ocurrido tal cosa. Y demostrarlo con números resulta fácil.

Así, el actual independentismo, ese que todavía no había salido del armario en aquellos tiempos iniciales de la democracia, obtuvo en su conjunto un 25% de los votos censales (esto es, los de todos los ciudadanos de Cataluña mayores de 18 años) en 1980. Bien, pues en 2021, la última ocasión en que los locales fueron convocados a las urnas, el sumatorio de los sufragios independentistas alcanzó un nivel prácticamente idéntico, el 26% en relación al censo. ¡Siguen siendo exactamente los mismos, ni más ni menos, que hace cuarenta años! Toda esa interminable charlatanería recurrente sobre el enorme crecimiento del separatismo, la artillería retórica con que bombardean los medios catalanistas a sus audiencias a diario, no soporta la simple prueba de comparar dos actas de la Junta Electoral separadas por cuatro decenios de distancia. Como decía el camarada Mao del imperialismo yanki, también son un tigre de papel.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario