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José García Domínguez

La izquierda naíf y los impuestos

El verdadero problema de España, contra lo que pretende Iglesias, no son los ricos sino los pobres.

El verdadero problema de España, contra lo que pretende Iglesias, no son los ricos sino los pobres.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en el Congreso. | EFE

Leo por ahí que el vicepresidente Iglesias acaba de prometer un Presupuesto que no gustará nada a Ciudadanos, revelación que habría generado algún entusiasmo entre los suyos. El vicepresidente Iglesias es un hombre que, empezando por la estética personal, hace un esfuerzo muy deliberado por distinguirse en todo de la derecha. Y en casi todo lo consigue. Casi, digo, porque hay algo en lo que las tres derechas y la única izquierda que se tiene a sí misma por azote del sistema coinciden como gotas de agua gemelas. Y ese algo es la fe casi religiosa en los impuestos, en su pretendido poder demiúrgico. Igual Iglesias que las derechas por triplicado, creen que los impuestos representan la gran solución a los problemas de la economía. Las derechas, huelga decirlo, piensan que todo se resolvería bajándolos. E Iglesias, también huelga decirlo, vive persuadido de que todo se resolvería subiéndolos. Para esa izquierda algo naíf que encarna Podemos, el problema son los ricos. Pero el verdadero problema de España, contra lo que pretende Iglesias, no son los ricos sino los pobres.

Así, en porcentaje, nuestros ricos vienen siendo como, por ejemplo, los ricos de Francia; tenemos más o menos los mismos. Nuestros pobres, en cambio, son muchos, muchísimos más que los pobres franceses, también en términos proporcionales. La izquierda naíf no termina de entender que el genuino origen de la baja recaudación fiscal del Estado es la desmesurada hipertrofia de trabajadores pobres que produce la economía española, los mileuristas y menos que mileuristas, esos asalariados y autónomos que no pagan nada o casi nada en concepto de IRPF porque ingresan una miseria a fin de mes. Lo mismo dicho de otro modo: el raquítico Estado del Bienestar español lo financia en exclusiva la menguante clase media, esa misma sufrida clase media que constituye la columna vertebral del voto al PSOE (y al PP) y que podría estallar en cualquier momento si se aumenta aún más la presión sobre ella. Esto, lo de España, no se arregla castigando con más impuestos a los ricos por la muy obvia razón de que un modelo productivo nacional no se modifica recurriendo a los impuestos, ni para subirlos ni para bajarlos. Lo dicho, ojo, mucho ojo, a la clase media.

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