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NBA

José Manuel Puertas

No te lo vas a creer, Fernando

Carta abierta a Fernando Martín en el trigésimo aniversario de la muerte del jugador del Real Madrid y la selección española de baloncesto.

Carta abierta a Fernando Martín en el trigésimo aniversario de la muerte del jugador del Real Madrid y la selección española de baloncesto.
Fernando Martín, leyenda del Real Madrid | realmadrid.com

¿Qué tal, Fernando? ¿Cómo va todo?

No te lo vas a creer, pero desde que te fuiste han pasado un montón de cosas y muchas de ellas, aunque no lo sepas, son en buena medida gracias a ti. Resulta que hemos sido campeones del mundo dos veces. Sí, sí. España. No es broma. La primera fue ya hace trece años. ¡En Japón, tío! Con el mejor equipo que hemos tenido nunca, con permiso de aquel grupo que lo pusisteis todo patas arriba en 1984. Resulta que Grecia, donde ya no jugaban Gallis y Yannakis, eliminó a Estados Unidos y nos tocó en la final. Allí no pudimos contar con un tipo llamado Pau Gasol con el que hubieras alucinado si lo hubieras visto. Tú, que te pegabas contra esos bichos más grandes casi siempre, pero que fuiste el primer físico de un españolito verdaderamente adelantado a su tiempo, no te creerías lo que es este tal Gasol. Mide 2'16, se mueve como un rayo y hace de todo en la cancha. Postea, usa las dos manos, bota el balón como un base, tira de tres (¡y eso que la línea está ahora más lejos!) y es un tipo extremadamente inteligente en la pista y en la vida. Discúlpame la osadía, Fernando, pero creo que ya no eres el mejor jugador de nuestra historia. Pues sin él ganamos esa final. Es que no te imaginas la que liaron unos chavales nacidos en el 80, hijos tuyos en lo deportivo y que imagino que, como yo, que también soy de esa edad, también querían ser como tú y también recordarán perfectamente a María Escario contando aquel accidente de nuestro superhombre. Sólo he visto llorar a mi padre dos veces y una fue por ti, ¡maldita sea tu estampa!

Bueno, que me voy del tema. Resulta que este tal Pau Gasol, que ha ganado dos anillos de la NBA jugando en los Lakers (¡no es coña!) tiene un hermano que mide 2'15 y aunque se mueve con menos gracilidad hay quien dice que es incluso mejor que él. A mí no me lo parece, pero desde luego es otro fenómeno… Y no te lo vas a creer, pero tiene otro anillo con un equipo canadiense llamado Toronto Raptors. Sí, Fernando, hay dos españoles campeones de la NBA. Allí donde tanto te costó a ti meter la cabeza, pero donde tu impacto le abrió los ojos a toda una generación sabiendo que era posible hacer cosas que hasta que no llegaste tú sólo pertenecían a tipos que eran humanos pero que nosotros veíamos como alienígenas. Tú no lo sabes, pero tú los hiciste terrenales. Y ahora por allí han pasado un montón de españoles, ¡hasta uno participó en un concurso de mates! Se puso tu camiseta, por cierto. Con tilde, claro, como a ti te gustaba. Te habría gustado verlo. Se llama Rudy Fernández y tiene un historial que quita el hipo. Porque sí, tanto él como el pequeño de los Gasol estaban en una selección que en 2019 ganó otro mundial, ¡en China! Creo que aquel equipo no era tan bueno como el de 2006, pero Fernando, los españoles son jodidamente difíciles de ganar. Y buena parte de culpa de eso la tiene vuestro ejemplo de 1984. A la selección por cierto la entrena un italiano con gomina llamado Sergio Scariolo. Cosas veredes, querido Fernando. Y por ella pasó un tal Juan Carlos Navarro que no sería capaz de describirte. Decir que era algo así como la explosividad de Corbalán, el hambre de Epi y la puntería de Margall sería quedarme corto. El tío era la Bomba. Literalmente. Tenía un cuerpo de cuarta división pero no he visto más talento para meter puntos en mi vida.

Por resumir, resulta que España ha ganado dos mundiales, tres europeos y tiene dos platas y un bronce olímpico que sumar al vuestro de Los Ángeles. En Pekín en 2008, por cierto, tiramos al palo. Ni te imaginas lo cerca que estuvo la cosa de ganar unos Juegos. Te prometo que no estoy de broma. Todo esto es verdad.

Claro, a estas alturas te sorprenderá que te esté mezclando jugadores de la NBA y la selección, pero desde 1992 se puede compaginar. ¡Hasta Magic Johnson, Michael Jordan y Larry Bird jugaron en el mismo equipo en los Juegos de Barcelona! Vaya batacazo nos dimos allí, por cierto. Sí, hay cosas raras en el baloncesto. Ahora el triple está a 6’75 metros, las posesiones son de 24 segundos, se juega a cuatro cuartos de diez minutos y no hay 1+1. Pero sigue siendo un deporte apasionante por más que, como tú sabes, sus gestores se empeñen en cargárselo. La ACB se las ha tenido tiesas durante años con la FEB, aunque ahora parece que andan algo más tranquilos. Los que dan vergüenza ajena son la FIBA y la Euroliga. Ay, leche que no te he explicado eso. Pues resulta que la Copa de Europa ya no la organiza la FIBA. Ahora es una competición privada y hay 11 equipos que la juegan por decreto, aunque no se lo ganen en la cancha. El deporte es menos puro, aunque es verdad que la Euroliga es una competición fantástica. Te lo habrías pasado pipa participando en ella, aunque igual no te habría permitido jugar algún partido con España porque a veces ponen en la misma fecha partidos de la selección y de la Copa de Europa. ¡No te rías, leñe, que es así, no es broma! Ya sé que no tiene explicación, pero te juro que es verdad.

Tengo que decirte que el Real Madrid las pasó canutas cuando decidiste no salir nunca más de la M-30. Pasó años muy malos, lo arreglaron un poco esos dos genios que son Zeljko Obradovic y Arvydas Sabonis, pero luego llegó una época que, agárrate, le tuvo 19 años sin ganar una Copa del Rey y 18 sin jugar una final de la Copa de Europa. Hasta un año se quedó fuera del playoff de la ACB. Tuvo que recurrir a Pablo Laso, aquel creativo base del Baskonia, hijo del maestro Pepe. Pablo había entrenado en Castellón y San Sebastián y nadie, yo el primero, parecía creer en él para cambiar la tendencia. Pero te gustará saber que el Madrid en la última década ha sido con diferencia el mejor equipo de España, e incluso ha ganado dos de esas Euroligas. Ahí juega un tal Llull con dos piernas como cohetes y un carácter ganador parecido al tuyo y otro tal Reyes que empezó en el Estu como tú y acabó igualmente de blanco. También hay cosas raras, no te creas, hay un estadounidense con pasaporte de Eslovenia y otro que lo tiene de Azerbaiyán. Son dos países nuevos, porque ya no existen ni Yugoslavia ni la URSS. Y como en 1995 un tal Bosman montó un lío de la leche, resulta que ahora hay equipos por ahí con ocho, diez y hasta doce extranjeros. Sí, pasan cosas extrañas. Y el Estu, por cierto, las pasa canutas para sobrevivir. Es una pena pero no se ha adaptado a su realidad.

Me voy a ir despidiendo ya, si te parece. Creo que puedes sentirte muy orgulloso de lo que lograste. Esto sí te lo vas a creer, porque pocas estrellas como tú había en este país en tu época. De ti se han escrito libros, miles de páginas de prensa y se ha invertido muchas horas de radio y televisión. Hasta un Informe Robinson, que es un programa muy parecido a Informe Semanal pero de deportes que se emite en Movistar… Bueno, esto también es complicado de explicar. Ahora hay un montón de canales, incluso hay que pagar por muchos de ellos. Se pueden ver todos los partidos de la ACB aunque ninguno gratis. Por cierto, se llama Liga Endesa y la verdad es que la ve bastante menos gente que cuando jugabas tú, desgraciadamente. Y es una pena, porque durante años se ha vendido muy mal. Fíjate el disparate, que hubo un buen tiempo que hasta no se podía ascender y los equipos que bajaban seguían el año siguiente en la liga. Burgos ganó tres veces la segunda división y no le dejaron jugar en ACB. Raro, raro, raro, ¿verdad? Pues tal cual. Eso sí, creo que ahora lleva un tiempo haciendo las cosas mejor. Demonios, que no se me olvide. Resulta que tu hermano Antonio es el presidente de la ACB. Le deseo lo mejor porque la cosa no está fácil. Dicen que incluso a medio plazo igual el Madrid y el Barça, y también el Baskonia, juegan solo la Copa de Europa. Espero que eso no pase, no sería bueno. También cuentan que faltan jugadores que enganchen a la gente. Eso que te sobraba a ti, parece faltar hoy. Lo sorprendente en tu caso es que estamos en 2019 y se sigue escribiendo sobre ti, aunque ya hace 30 años que me demostraste que igual que los de la NBA eran humanos, tú, el héroe de toda una generación, también eras de carne y hueso. Y eso no te lo voy a perdonar nunca. Nunca.

Espero que vaya bien por ahí arriba. Supongo que andarás a palos con Drazen Petrovic, pero me gustaría decirte que os echamos de menos a los dos. A vuestro carácter competitivo, a vuestra mala leche infinita, a tanto cuanto nos enseñasteis sin soportaros el uno al otro. A cómo abristeis cada uno a vuestro modo las puertas de la NBA para que nunca más se cerraran. Y de ti en particular, Fernando, nos sigue emocionando como nos demostraste a todos que no eras menos que nadie.

Eso es todo. Gracias por tanto, Fernando.

Por cierto, Audie Norris sigue preguntando por ti.

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