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Juan Carlos Girauta

El muro de cristal

El canal público avaló esta hijoputez, que llamaba patriotas a los terroristas y acciones a sus atentados

Joan Ridao no es un chiquilicuatre desmelenado del separatismo catalán. Joan Ridao, candidato al Congreso por ERC, es portavoz en el Parlament de un partido que gobierna en Cataluña desde hace cuatro años, un político que se expresa con soltura y que no parece, como su jefe, ningún iluminado. Convence a los inadvertidos cuando debate sobre asuntos técnicos, como infraestructuras, tecnologías de la información y cosas así. Un periodista diría que tiene la cabeza bien amueblada, expresión cuyo sentido último se me escapa.

Este hombre aparentemente cabal aplaude el reportaje sobre Terra Lliure que el CAC acaba de reprocharle a Televisió de Catalunya. Afea el CAC en su carta a la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, un poco tarde, lo que todos presenciamos en su momento con escándalo: "La voz en off que sirve de hilo conductor utiliza el mismo vocabulario que los ex integrantes de la organización."

Lo que equivale, por ir al grano, a una identificación entre el medio y el grupo terrorista. Entre la Generalidad y Terra Lliure. Lo desolador es que, ante esta catástrofe, muchos individuos aparentemente serios y cabales, como Ridao, piensen lo mismo que Ridao: que fue un acto de "coraje y valentía" decir en televisión, por ejemplo, que el atentado contra Jiménez Losantos estaba justificado porque la violencia era el único lenguaje que entonces entendían algunos.

El canal público que avaló esta hijoputez, que llamaba "patriotas" a los terroristas y "acciones" a sus atentados, tiene en la cúspide de su jerarquía a Joan Majó, ex ministro de Industria de Felipe González (¿qué tendrá ese ministerio?), empresario, doctor en Ingeniería. El mismo sujeto que se vanaglorió en el Parlament de que "nosotros no somos la COPE". Ya lo habíamos notado.

En Cataluña, demasiada gente que parece sensata se ha echado al monte. Su presencia en foros ajenos a Matrix genera grandes confusiones no sólo en los interlocutores, que descubren puñales y bombas en los cajones de aquellas cabezas tan bien amuebladas. Existe un muro de cristal, una incomunicación insuperable, ingenuamente glosada por otra "técnica", la socialista Marina Geli, consellera de Sanidad, al quitar hierro a la quema simbólica del Rey: "Este tema ha tenido más importancia a nivel de Madrid que en Girona, porque la gente de Girona ni lo habla."

Alguien que dice "a nivel de Madrid" está definitivamente perdido para la inteligencia y aun para la moral. A nivel de Madrid, señora Geli, la mayoría llama injuria a la injuria, atentado al atentado y terrorista al terrorista. Qué extravagancia, ¿verdad? En ella incurrimos también unos pocos a nivel de Cataluña. Los mismos que ustedes desprotegen cuando la jauría va a por ellos. Por cierto, si cree que "la gente de Girona ni lo habla", señora majadera, es porque a los que lo hablan ustedes no los consideran gente.

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