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Juan Manuel Rodríguez

"Al Jazeera" abrió con Guardiola

"Al Jazeera", la "CNN de Qatar" que lleva informándonos desde el trágico 11 de septiembre sobre todo lo que sucede en Afganistán, abrió ayer su sección de deportes con la noticia del "positivo" por nandrolona de Pep Guardiola. No paró la guerra, pero incluso desde la primera línea de fuego los periodistas de aquella cadena pensaron que aquella era una noticia extraordinaria (en el sentido literal de la palabra: "fuera del orden o regla natural o común"). No les falló el olfato tampoco en esta ocasión porque, efectivamente, la información procedente de Italia se salía absolutamente de esa "regla natural o común" que ha imperado a lo largo de toda la carrera deportiva de Pep Guardiola.

La suspensión cautelar del jugador del Brescia abre ahora un complicado proceso de contraanálisis, apelaciones y, llegado el caso, recursos ante la Cámara de Conciliación y Arbitraje, dependiente del Comité Olímpico Italiano. De ahí que Frank de Boer, que ya pasó por una experiencia similar, haya recomendado a su ex compañero que vaya contratando un abogado ágil e inteligente si no quiere perderse el Mundial de 2002. Camacho ya ha dicho que si Pep no juega en Italia será harto complicado que pueda hacerlo con su selección.

Como era previsible, el fútbol español en pleno -y más allá de nuestras fronteras- ha cerrado filas alrededor del centrocampista de Santpedor. La pregunta es esta: ¿Tomaría conscientemente, llegado el caso, Guardiola la nandrolona para beneficiarse de sus efectos? Teniendo en cuenta el perfil del deportista de quien hablamos, sólo cabe una contestación a dicha pregunta: "no". El cien por cien de quienes le conocen, e incluso de aquellos que no le conocemos personalmente, salvaríamos éticamente a Guardiola. Pero el problema es otro: si el contraanálisis confirma el "positivo", la presunción ética no será suficiente.

A partir de ahora se escuchará de todo. Pep acaba de ofrecer una rueda de prensa en la que ha negado que tomara nada, y el doctor Alicicco, médico del Brescia, ha puesto sin titubear la mano en el fuego por su jugador. Hasta once futbolistas antes que él (y todos, curiosamente, jugadores no nacidos en Italia) dieron también "positivo" en su día y, como ahora ocurre con Guardiola, pusieron igualmente la mano en el fuego por ellos. Lo que no evitó, en mayor o menor medida, una sanción.

Yo creo a Pep Guardiola como, antes que ahora, él creyó a Frank de Boer tras mirarle a los ojos. El caso es que no es un problema de fe, sino de laboratorios. Como Emili Ricart, su preparador físico, también espero que el análisis se lo hayan hecho en el que regenta en Roma la señorita Pepis, y que los del CONI se hayan equivocado. Ojalá "Al Yazeera", allá por el mes de junio, pueda abrir con algún gol de Guardiola en el Mundial japonés.


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